El Puerto busca espacio en su entorno ante el aumento del tráfico de contenedores

La terminal de contenedores tiene fecha de caducidad: en 2025 habrá alcanzado el tope de su capacidad si mantiene el incremento sostenido de los tráficos, a un ritmo que puede rozar el 10 por ciento anual o incluso superarlo. Descartada la ampliación sobre la Ría, salvo para ampliar atraques, las soluciones pasan por ordenación de espacios y conseguir otros próximos para la logística. Esta segunda posibilidad supondría aplicar el “modelo Leixoes”: la terminal de Oporto en un espacio reducido (unos 100.000 metros) logra mover miles de contenedores gracias a una zona logística anexa, triplicando a Vigo en dicho tráfico. La Autoridad Portuaria (APV) avala dicha fórmula y señala de forma expresa que “es un buen ejemplo la solución adoptada por Leixoes con la implantación de una plataforma multimodal que le va a permitir aumentar la capacidad de almacenamiento en segunda fila”. No obstante, el puerto luso continúa ampliando superficie y extendiendo sus muelles para atraer mayores buques y sus proyectos en marcha, y sin contestación, prevén competir en ro-ro (tráfico sobre ruedas) e incluso en cruceros (con más capacidad de su muelle, para buques por encima de 300 metros).

La APV tiene estos datos y busca soluciones para ganar espacio, lo que choca con la frontal oposición a que sea vía ampliar los muelles. Esta opción está descartada salvo en Bouzas para ganar calado para el atraque de portacoches de la nueva generación, que necesitan amarres de más de 200 metros y calados de 20, y solo de forma muy limitada. De hecho la APV ha puesto en marcha un proceso para una ampliación muy reducida de 18.000 metros que permitiría ganar un 50 por ciento de puntos de atraque en Bouzas y garantizar la operatividad de entrada y salida de vehículos. Y aun así cuenta con la oposición del Concello, aunque será el Ministerio de Transición Ecológica el que tendrá que evaluar la iniciativa, aprobada por el consejo de administración, donde se sientan vocales del Estado, la Xunta y las organizaciones empresariales.

Fuentes de la APV señalaron que están trabajando en todas las posibilidades a través de los dos informes realizados, uno específico sobre espacios en Guixar, de 2020, y otro, el plan estratégico, del mismo año, por lo que sus conclusiones son todavía válidas. Los dos definen posibilidades para reordenar la superficie existente y ganar otras. En concreto, el informe sobre uso efectivo de los muelles comercial y la zona de Guixar destaca la pérdida de 22.500 metros destinados al almacenamiento de contenedores en las antiguas instalaciones de CLH tras las protestas vecinales. Además, otros 8.000 vecinos también estaba destinadas al mismo fin, por lo que son 30.000 metros que el Puerto ha perdido. A cambio ha reordenado y recuperado miles de metros en su jurisdicción interior gracias al traslado de talleres y la instalación de una cubierta desmontable en el interior e Areal, entre otras acciones, que suman 17.000 metros de explanada descubierta y otros 4.000 de almacenamiento cubierto. Por su parte, la empresa Termavi logró 18.000 metros de ADIF tras hacerse con la gestión de terrenos de su concesión.

Todo ello ha permitido mantener la actividad. Este año se moverán unos 200.000 contenedores y en 2025 serán al menos 250.000, una subida estimada de un 25 por ciento. Dicho incremento, según la APV no exige que se tenga que aumentar la superficie en ese 25 por ciento pero sí disponer de más superficie. El Puerto ya encontró tres posibilidades en dicho informe, que sumarían 47.000 metros más, pero no son fáciles de lograr. En concreto, 9.000 metros de la explanada de ferrocarril de ADIF en Areal-Guixar, otros 8.000 de la planta de Sogama y 30.000 más en la parcela de Zona Franca en Julián Estévez. Esta última tiene que ser descartada ante la intención del consorcio de desarrollar una urbanización. Quedarían otros 17.000 metros, que tampoco parece que se puedan lograr con facilidad. ADIF podría dejar dicha superficie en dos años, pero el Concello también aspira a hacerse con los terrenos. En cuanto a Sogama, la empresa pública no prevé moverse de Guixar por estar al lado del tren de mercancías, en el que se cargan los residuos urbanos que se trasladan a su complejo ambiental de Cerceda.

“Muchas de estas actividades no requieren estar situadas en la primera línea"

La Autoridad Portuaria incluso barajó convertir Vulcano en zona logística, lo que ha chocado con empresarios, sindicatos e incluso la Xunta. La solución ha sido convocar un concurso para su explotación vía concesión para construcción naval. Si queda desierto se volvería sobre esta posibilidad, lo que hizo el Puerto de Bilbao con sus últimos astilleros. La última opción aparece en el plan estratégico, que se refiere de forma expresa a las soluciones ante el probable incremento de los tráficos. Destaca dicho plan que los clientes y los usuarios potenciales deben conocer las posibilidades de expansión del puerto, los planes concretos para llevarlo a cabo y plazos de ejecución de las obras, hecho “determinante en la elección de Vigo como destinatario de nuevas líneas”. Según sus cálculos, la saturación se podría producir en ocho años, pero cualquier obra exige cuatro como mínimo entre preparación y puesta en marcha. Por tanto, antes de 2025 tendría que haber algún tipo de solución. Señala que cualquier actuación solo podría realizarse en un área que minimice el conflicto con el vecindario circundante y que permita mantener el calado necesario. Pero con respecto a las actividades complementarias, como consolidación, llenado y vaciado de contenedores, considera la APV que podrían ser realizadas tanto dentro como fuera de la terminal. Destaca el plan que “muchas de estas actividades no requieren estar situadas en la primera línea, ni el depósito de contenedores, ni el aparcamiento de camiones, que hoy están soportando los muelles”. La APV valida la solución adoptada por Leixoes con la implantación de una plataforma multimodal en segunda fila. Pero no es fácil y hay sobrados ejemplos: el cierre de CLH, por protestas vecinales, y la imposibilidad de utilizar la base de Rande para depósitos vacíos, también con oposición.