Una playa de Vigo, entre las más peligrosas de España
El arenal vigués de Saiáns y el arousano de A Lanzada aparecen en la lista nacional por el mar batido y las fuertes corrientes que hacen arriesgado el baño; en Galicia, otras cuatro se encuentran entre las más contaminadas
Algunas de las playas gallegas más populares aparecen en los rankings de las más peligrosas de España por su fuerte resaca o por oleaje. Entre ellas se encuentran dos que no sorprenden, Catedrais en Lugo y A Lanzada, entre O Grove y Sanxenxo, arenales abiertos al mar. Mucho más sorprendente es que la empresa de seguridad Prosegur coloque entre las cinco de mayor riesgo a Fortiñón, en Saiáns-Vigo, una cala muy batida, pero protegida por su emplazamiento en el interior de la Ría. Es una playa natural de no más de 150 metros de largo en la que es también habitual el nudismo. Su gran inconveniente es una resaca muy potente. Además, también tiene un descenso muy pronunciado y las olas rompen con mucha fuerza. De este modo se genera una especie de “tubo” que arrastra a los bañistas y de hecho ha habido fallecidos ahogados en el pasado: un joven en 2010 y un marinero de 47 años en 2017 son las últimas víctimas. Las corrientes de resaca pueden llegar a ser tan peligrosas que, en un estudio de 2018, los investigadores concluyeron que son responsables del 81,9 % de los rescates que se realizan en las playas donde se hace surf en Estados Unidos.
En una lista más amplia realizada por Inteligencia Artificial se encuentra Praia Catedrais, que presenta mareas cambiantes que pueden atrapar a los visitantes en ciertas áreas, aumentando el riesgo de quedar varados o atrapados. La erosión constante también puede hacer que las estructuras rocosas sean inestables. También aparece A Lanzada. La IA cita fuertes corrientes y cambios en las condiciones del mar. Puede haber corrientes de resaca y oleaje en diferentes áreas de la playa.
Por otro lado, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, cuatro de las cinco playas más sucias y contaminadas de España estarían en Galicia, aunque ninguna en las Rías Baixas: la única que llegó a entrar fue Arealonga, en Chapela, que este año se cerró de nuevo al baño unos días, pero está fuera de la lista negra.
La que sí está es Gandarío, en Bergondo, A Coruña. Tiene los niveles de bacterias intestinales E. coli y Enterococo más altos de toda la costa Española. También en el Norte, en este caso en la Mariña lucense, se encuentra A Concha: en Cariño. La Agencia Europea de Medio Ambiente ha pedido su cierre, ya que suspendió en contaminación por quinto año consecutivo. En tercer lugar, se encuentra la playa de Estorde, en Cee, en el entorno de la Costa da Morte. En este caso su problema es la proximidad con de una fuga de residuos en la desembocadura de la Ría de Corcubión. La última gallega es la playa de la Virgen del Camino, en Muros. Se halla cerca de la desembocadura de la Ría de Muros y Noia, que sufre vertidos ocasionales. Respecto a la contaminación de las aguas, se estima que una playa está limpia si la concentración de bacterias no supera las 180 copias por cada 100 ml de muestra de agua.
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