Nemo cumple años en Vigo

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El capitán Nemo llegó tal día como hoy hace 153 años a la Ría de Vigo para extraer el tesoro de Rande. Julio Verne llegaría diez años más tarde. Mucho después Vigo erigiría un monumento y crearía una sociedad.

La estatua de Verne en el puerto, instalada hace ya 15 años, convertida en un clásico.
La estatua de Verne en el puerto, instalada hace ya 15 años, convertida en un clásico.

En las Cíes, cerca del Alto do Príncipe, en dirección al faro norte, hay una inscripción que recuerda un hecho que en realidad nunca ocurrió: “Pues bien, señor Aronnax, estamos en la bahía de Vigo, y sólo de usted depende que pueda conocer sus secretos…”. Porque así es como comienza el capítulo “La Bahía de Vigo” de "20.000 leguas de viaje submarino", en el que el capitán Nemo entra en la Ría de Vigo para rescatar los tesoros de Rande. Era un 18 de febrero de 1868, así que hoy se cumplen exactamente 153 años del imaginario viaje a Vigo del sumergible más famoso de la historia, el “Nautilus”. En aquel entonces proliferaban las expediciones en busca de la legendaria plata hundida, un tesoro también irreal puesto que la mayor parte fue desembarcado a tiempo. En el capítulo Nemo cuenta a Aronnax, su prisionero, la Batalla de Rande y el desastre de los galeones españoles de la Flota de la Plata en 1702, mientras los buzos del Nautilus se hacen con los cofres cargados de oro y plata. Los aparatos de respiración submarina y lámparas eran iguales a los que fueron estrenados para el rescate de los tesoros de Rande en la época en que Verne escribió su novela. Según recuerda en su blog la historiadora del arte Isa Vigo, esto demostraría que el escritor conocía los trabajos que se estaban realizando en Vigo y los plasmó en su obra. Muchos años después otra expedición en Rande estrenaría los primeros trajes de buceo autónomo, creados por Cousteau. En 1868 Julio Verne no conocía Vigo y tardaría otros diez años en hacerlo. El escritor pasaría cuatro días. Como es conocido, su primera visita no fue planeada, sino fortuita, debido a un fuerte temporal que le llevó a refugiarse en la Ría cuando navegaba en su yate “Saint Michel III”. Más curioso es que la segunda visita tampoco fue intencional, ya en 1884, de nuevo para solucionar un problema con la caldera del "Saint Michel III", un hecho que le permitió participar en la vida social y en las fiestas de la ciudad. Mientras tanto, solventaba el fallo técnico un operario de la industria de Sanjurjo Badía, empresario que contaba con un taller y un pequeño astillero en Areal siendo además uno de los emprendedores decisivos en el desarrollo industrial de Vigo en la segunda mitad del siglo XIX. Y creador de un curioso submarino, hoy expuesto en el Museo del Mar, que iba a servir para defender la ciudad de una invasión de EEUU en 1898. Explica Isa Vigo que Verne se fue fascinado. Lo dice en una carta a su amigo Raoul Duval: “No podéis imaginar nada más admirable que esta bahía de Vigo, lago inmenso rodeado de montañas”. Por aquel entonces en Vigo ya estaba instalado el Cable Inglés y aunque todavía no se había terminado la línea ferroviaria hasta Madrid, ya se había inaugurado la estación, la que ahora se reconstruirá si es posible en la plaza del centro Vialia.

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