Investigan si la contaminación afecta al corazón en jóvenes

En el área sanitaria de Vigo se diagnostican unos 30 casos anuales de enfermedad arterial coronaria prematura.

Un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur busca relacionar la calidad del aire que respiramos con la aparición precoz de casos de enfermedad arterial coronaria en Galicia. En la actualidad, hay pocas evidencias de factores de riesgo precoz y se basan en el control de factores clásicos como el tabaquismo, antecedentes familiares y otros. La perspectiva de la influencia ambiental está apenas explorada.

La Sociedad Española de Cardiología aprobó la financiación de este estudio, que llevará a cabo el Grupo Investigación Cardiovascular del Galicia Sur, en colaboración con la Consellería de Sanidad y con la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta, y que se denomina “Influencia de la contaminación ambiental en el desarrollo y progresión de la enfermedad arterial coronaria prematura”. Se trata de avanzar en el conocimiento de los factores de riesgo cardiovascular no tradicionales, como la contaminación ambiental, para ayudar a comprender mejor el desarrollo del debut temprano de enfermedad arterial coronaria en pacientes menores de 40 años así como su evolución.

La enfermedad arterial coronaria es una patología crónica que generalmente se manifiesta después de los 60 años. Sin embargo, algunas personas padecen esta enfermedad de forma prematura, sobre todo en el género masculino.

Diferentes estudios demostraron un aumento de la incidencia en personas jóvenes en las últimas décadas. “A nivel mundial, la prevalencia en personas muy jóvenes puede llegar hasta el 16% sobre el conjunto de los pacientes, siendo el síndrome coronario agudo, el comúnmente llamado infarto de miocardio, la presentación clínica más común. Estudios previos describen que hasta el 20% de los pacientes nuevos sometidos a coronariografía por sospecha de cardiopatía isquémica muestran arterias coronarias normales o sin lesiones significativas. Con todo, se confirmó que en estos sujetos, aunque no presentan obstrucción coronaria significativa, el pronóstico cardiovascular a lo largo de los años es similar a los pacientes que sí la muestran”.

Hasta ahora la evidencia científica de la manifestación prematura de la enfermedad está vinculada al tabaquismo, al colesterol y a los antecedentes familiares como factores de riesgo que pronostican la predisposición de forma temprana, pero no hay una evidencia científica sobre otros factores, por lo que determinar esta posibilidad derivada de la calidad del aire que respiramos podría suponer un avance significativo en este terreno y, en su caso, un desafío para gobiernos, que deben tener en cuenta el impacto de la contaminación en sus políticas sanitarias.