Es bastante probable que el PSdeG salga muy perjudicado en las inminentes elecciones gallegas -apuesto por su celebración en febrero, una vez aprobados los presupuestos- por lo que ha hecho su hermano mayor PSOE, tanto por su vergonzoso pacto como por la renuncia expresa de Sánchez a dirigir un partido mayoritario, como siempre fue el partido socialista hasta su arribada. En su lugar, ha avanzado definitivamente a capitanear una confederación integrada por fuerzas a su izquierda o independentistas de todo color y eso con total seguridad va a alimentar una dinámica desastrosa. Para el país y para el propio PSOE. Habrá daños colaterales en Galicia, primer test tras la investidura.
Advertía FG que lo más sensato era romper ataduras y libre de ellas presentarse a unas elecciones para ganarlas. Pero Sánchez ha abandonado esa idea, si es que la tuvo algún día. Y eso tendrá un efecto dominó. El BNG sale reforzado del pacto de investidura con un único escaño y como los votos son los que son más Bloque será menos PSdeG, ahora con Besteiro al frente del cartel como ya pasó con Gonzalo Caballero de candidato. La dinámica demoníaca no tiene por qué detenerse ahí y el siguiente escalón al infierno puede pasar por la creación de partidos provincialistas o localistas en la misma lógica, buscando sacar un escaño que les permita maniobrar con su mercancía averiada. En Ourense ya están en ello, con éxito. Y en Vigo no me extrañaría cualquier día volver donde Leri. El dominó está en marcha.
