Opinión

Ser digno de ser

Los seres humanos nacemos libres e iguales en dignidad y derechos, dotados de razón y conciencia. La dignidad es un valor único que supone el respeto y la estima que todos los seres humanos merecemos, se fundamenta en el valor intrínseco e insustituible que tiene el ser humano en razón de su ser. La dignidad lleva implícito el valor como persona, con respeto a uno mismo y a los demás, nadie es más que nadie y cada persona es única e irrepetible, razones de peso para cultivar nuestra propia dignidad, que viene a ser la actitud correcta y un comportamiento ejemplar del ser humano a lo largo de la vida, sustentado en la nobleza, autenticidad, coherencia, generosidad, lealtad, decencia, caballerosidad, honor, cualidades excelentes que engrandecen las virtudes y fortalezas de la persona que busca la excelencia.

El triunfo no está en acumular riqueza y poder, lo que dignifica al ser humano es el ser persona y hacer el bien a los demás. El valor de cada persona se sustenta en lo que es por sí misma. El ser humano pierde su dignidad cuando se deja manipular o permite que le humillen o consiente que se lo hagan a otra persona o comete actos indignos, lo que le lleva a quedarse sin su principal escudo protector: la dignidad. El ser humano, a lo largo de la vida, deberá afrontar situaciones difíciles de sobrellevar que tendrá que superar, pero lo que no puede perder nunca es su dignidad, ni por nada ni por nadie. La dignidad no tiene precio, nos aporta esa energía vital que nos permite cuidar de nuestra autoestima y afrontar las adversidades. 

La dignidad humana, de la mano del poder de la inteligencia y de la grandeza de la libertad, nos tienen que llevar a ser capaces de construir un mundo nuevo, en el que prevalezcan la paz, la concordia y la igualdad de todos los seres humanos en los pueblos del mundo. La dignidad de la persona es la base de cualquier sociedad y tipo de relación, y especialmente exigible a aquellas personas que lideran la sociedad, cuya obligación moral es obrar con ejemplaridad. En una sociedad libre y democrática, la dignidad es un derecho del individuo que tiene que servirle para proteger su integridad como persona, priorizando a los más necesitados y a los excluidos.

Tenemos que aprender a querernos a nosotros mismos, con nuestras virtudes y defectos, y exigir a los demás que nos respeten y valoren igualmente. La dignidad es algo que nos viene dado y que debemos cuidar y mantener a lo largo de la vida, es una manera de invertir en libertad personal. La dignidad nos mantiene fuertes en nuestra identidad y nos ayuda a manejarnos mejor ante situaciones difíciles para salir airosos. Una persona íntegra y auténtica, firme en sus convicciones, podrá afrontar con dignidad situaciones muy dolorosas e injustas que se le presenten a lo largo de la vida. Procura rodearte de personas íntegras que tengan buenas intenciones, que demuestren ser honestas en su amistad. Aquellas relaciones humanas que se sustentan en la dignidad serán más auténticas. Si hay algo que no debe perder nunca el ser humano es su dignidad. 

(*): Científico, académico, escritor y humanista.
 

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