Opinión

La inflamación crónica en la salud

La inflamación es un mecanismo de defensa del organismo frente a cualquier agresión externa (virus, hongos, bacterias, químicos, etc.), es una respuesta fisiológica necesaria para la regeneración de tejidos; pero cuando el organismo continúa más tiempo del debido con la inflamación sin que exista agresión alguna, acaba en inflamación crónica de bajo grado, lo cual a largo plazo se puede manifestar en diferentes patologías crónicas: diabetes tipo II, demencia, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de cáncer, empeora las enfermedades autoinmunes (esclerosis múltiple). Entre los factores desencadenantes de la inflamación crónica: vida sedentaria, dieta inadecuada, alteraciones en la microbiota, obesidad, alteraciones del sueño, consumo de tabaco y alcohol, estrés psíquico, contaminación ambiental, etc. 

La Harvard Medical School ha puesto en marcha un programa para ayudar a luchar contra la inflamación crónica, y prevenir el daño de esta enfermedad silenciosa, que sintetizo en 7 puntos:

1.- Dieta antiinflamatoria. Es imprescindible llevar un control sobre la alimentación si queremos prevenir enfermedades de origen inflamatorio (las grasas trans son muy perjudiciales para la salud, su consumo aumenta la cantidad de marcadores inflamatorios en sangre). Alimentos que ayudan a combatir la inflamación: vegetales de color verde oscuro (brócoli, rúcula, espinaca, coles de Bruselas, etc.), ricos en vitaminas A y C, y sulforafanos (tienen propiedades antimicrobianas y anticarcinogénicas), reduciendo la inflamación y el estrés oxidativo de las células; las frutas (bayas, fresas, frambuesas, arándanos, moras, cerezas, grosellas, frutos rojos), son ricas en polifenoles, potentes antiinflamatorios y antioxidantes; además de tomates, nueces, pescados azules, aceite de oliva, etc. Evitar consumir fritos, refrescos con azúcar, harinas refinadas, comida procesada, etc., cuyo consumo excesivo y de forma continuada aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares o cáncer.

2.- Ejercicio físico moderado de forma regular y constante, combinando ejercicios aeróbicos con ejercicios de fuerza, y si practicamos deporte en contacto con la naturaleza, mucho mejor.

3.- Controlar el peso, ya que la obesidad está directamente relacionada con la inflamación. Reducir el consumo de azúcar refinado y disminuir la grasa abdominal (contorno de cintura: 88 cm es el límite en las mujeres y 102 cm en los hombres, por encima de esas cifras aumenta el riesgo cardiovascular).

4.- No dormir lo suficiente aumenta la inflamación de nuestro organismo, que no estará en condiciones de realizar sus funciones correctamente.

5.- El consumo del tabaco está directamente relacionado con la inflamación. 

6.- Limitar el consumo de alcohol o eliminarlo por completo.

7.- Reducir el estrés crónico, ya que puede desencadenar el desarrollo de la inflamación y generar problemas de salud: artritis reumatoide, enfermedades cardiovasculares, depresión, enfermedad inflamatoria intestinal, etc.
Conclusión: manteniendo un estilo de vida saludable podrás evitar la inflamación crónica, proteger tu salud y gozar de bienestar.

(*) Científico, académico, escritor y humanista.

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