Opinión

El futuro de la política española, en manos de Puigdemont

Cómo es posible que el próximo gobierno de España pueda depender de alguien que no cree en España como nación? Ver para creer las cosas que pueden llegar a ocurrir en nuestro querido país, ya que desde que rige la Constitución de 1978, nunca ha gobernado un partido que no ganara las elecciones. Por muy legal y democrático que sea, no es defendible éticamente mantenerse en la Moncloa a costa de pactar con aquellos que quieren romper España y que para ello Sánchez tenga que plegarse a aceptar todo tipo de peticiones ´inconstitucionales´ para que Junt´s, con su voto, le haga presidente y mantenerse en el poder otros cuatro años.
Es lamentable y decepcionante, que los dos grandes partidos constitucionalistas, PP y PSOE (representan el 73% del Parlamento), no sean capaces de sentarse a dialogar para llegar a ciertos acuerdos (lograr un gran pacto de Estado sería lo ideal, pero en este momento es una utopía) en aras del interés general de todos los españoles. Qué mejor manera de abrir un tiempo nuevo desde la concordia y la unidad de acción política, con una España más fuerte y mejor posicionada en el concierto internacional, mediante ese gran acuerdo PP-PSOE, con una gran mayoría que diese estabilidad al Estado, además de fortalecer la democracia. Lamentablemente la mayoría de los políticos actuales anteponen sus egos e intereses de partido y el sentido de Estado brilla por su ausencia.
Buena prueba de esa falta de entendimiento, es que cada uno va por su lado. Feijóo convoca un acto para el 24 de septiembre (Plaza de España/Madrid) para defender la igualdad de los españoles y contra la amnistía (la amnistía no cabe en la Constitución, las dos enmiendas que se plantearon en su día para que la actual Constitución recogiera el derecho de amnistía fueron rechazadas en su momento (no le falta razón a Alfonso Guerra cuando dice que esta amnistía es la condena de la Transición). Feijóo va a una investidura fallida, ya que no ha sido capaz hasta el momento de reunir los 176 votos necesarios para formar gobierno.
Sánchez podría repetir un nuevo gobierno Frankenstein, con el apoyo de partidos muy dispares con intereses contrapuestos, con lo cual la gobernabilidad de España sería un bloqueo permanente. Sánchez necesita los votos de Junt´s (que tiene el 1,6% de los votos totales), y está a merced de las exigencias de Puigdemont, que pasan por el reconocimiento de la legitimidad del independentismo catalán, una amnistía de todos los golpistas desde el 9-N (primer paso del procés), abandono de la vía judicial, la figura de un mediador o relator para medir el cumplimiento de los acuerdos, y un referéndum pactado. 
Desde mi humilde atalaya, que ha sido siempre la independencia de criterio y la de obedecer siempre a mi conciencia desde mis creencias y principios éticos, y desde el respeto y simpatía hacia Cataluña y los catalanes, que me acogieron en mi juventud durante muchos años, debo decir que es un precio inaceptable que un país con una democracia consolidada no se lo puede permitir. Con este nuevo escenario, y con un Parlamento dividido y enfrentado, va a ser inviable llegar a acuerdos en asuntos de estado, en los que es imprescindible el consenso.  Me pregunto si no le resultaría más fácil a Sánchez llegar a un acuerdo con Feijóo y buscar el entendimiento y la unidad de acción política entre PP y PSOE que pisar un terreno tan peligroso, que le pondría a los pies de los caballos, con graves consecuencias para España.

(*) Científico, académico, escritor y humanista.

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