Opinión

España necesita un cambio de rumbo sin coaliciones maquiavélicas

La alternancia en el poder es una de las reglas fundamentales de la democracia; que los pueblos, libremente, puedan decidir su destino en las urnas y elegir cada 4 años a sus representantes. Los ciudadanos españoles, el próximo 23 de julio, podrán optar por la continuidad, que personifica Pedro Sánchez Castejón, u optar por la alternancia en el poder, que representa Alberto Núñez Feijoo. Del bipartidismo que tan buenos resultados nos dejó en la transición española, con la alternancia en el poder de UCD/PP y PSOE, que, contribuyeron a construir la mejor etapa democrática y de mayor progreso de nuestro país, hemos pasado a un período de incertidumbre, en el que han crecido los populismos radicales de izquierda (Sumar/Podemos) y de derecha (Vox), los nacionalismos proindependentistas (ERC, JuntsxCat), y la aparición de los proetarras de EH Bildu, lo que ha propiciado que el Parlamento se haya convertido en un lugar de crispación permanente, y con ello la dificultad de llegar a acuerdos en asuntos de estado en los que es imprescindible el consenso (Poder Judicial). 

Con este nuevo escenario, la situación política de España no tiene nada que ver con la transición, en la que prevalecieron, la concordia y los pactos de estado; y los votantes deberían tenerlo en cuenta a la hora de emitir su voto el 23 de julio, ya que hoy por hoy gobernar España con mayoría absoluta es misión poco menos que imposible, pero en política nunca se sabe. En la actualidad, tenemos un gobierno de coalición PSOE-Podemos, liderado por Pedro Sánchez, apoyado en el Parlamento, entre otros, por EH Bildu y ERC. El actual gobierno, con decisiones erráticas y más sombras que luces, ha conseguido dividir a muchos españoles, y eso le ha pasado factura en las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo, la mayoría de los españoles quiere un cambio político. Necesitamos más que nunca una España unida, fuerte y poderosa, para que recupere el lugar que le corresponde por historia en el concierto internacional.

Las encuestas ponen de manifiesto que puede haber un cambio de gobierno. No creo que los más de 7 millones de españoles que votaron al PP el 28 de mayo vayan a cambiar el sentido de su voto el 23 de julio. El gallego Alberto Núñez Feijoo tiene serias posibilidades de convertirse en el nuevo presidente de Gobierno de España; si bien va a necesitar de los votos de Vox, lo que no sería una buena noticia; pero tampoco lo sería que Pedro Sánchez Castejón siguiera gobernando de la mano de Sumar/Podemos con el apoyo parlamentario de ERC, EH Bildu. En todo caso, serán las urnas el 23 de julio las que dictarán sentencia, y el pueblo nunca se equivoca.

La opinión pública demanda una nueva forma de hacer política: gobernar para todos, dejando a un lado los intereses partidistas de estos 4 últimos años. Ya va siendo hora de que vuelva el arte noble de hacer política, la ejemplaridad en el cargo, la eficacia en la gestión y la vocación de servicio público. Mi esperanza se sustenta en un firme deseo: que tras el 23 de julio los gobernantes sean capaces de abrir un tiempo nuevo para poder afrontar los próximos 4 años desde la concordia y la unidad de acción política. España será más fuerte y estará mejor posicionada en el mundo. Que así sea.

(*): Científico, académico, escritor y humanista.
 

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