Opinión

PARO HISTÓRICO

El mismo día en que la encuesta de Población Activa marca un hito histórico con 5,6 millones de parados y más de 1,7 millones de hogares con todos sus miembros desempleados y con las perspectivas de que el paro llegue al 25% de los trabajadores y de que no se cree empleo neto hasta 2014, el Gobierno anuncia que el año próximo se procederá a una subida de los impuestos indirectos para terminar de redondear la recaudación y cumplir a tiempo con el déficit del 3% que marca el Plan de Estabilidad.


Quizá no era el mejor día para dar esa noticia y si otras que proporcionaran algún tipo de esperanza a más de la mitad de los jóvenes españoles que se encuentran en el paro y no encuentran donde trabajar. Porque están muy bien los anuncios de planes de lucha contra el fraude a la Seguridad Social y la administración laboral ?aunque siempre es preciso preguntarse por qué no se han desarrollado antes si se sabía de su existencia-, pero los parados lo que necesitan es saber cuándo van a conseguir salir de la categoría de 'larga duración', cómo va a ser su futuro contrato y si van a conseguir una mínima estabilidad en el empleo. A ninguna de esas preguntas han respondido los responsables de empleo. Todo lo contrario. Las perspectivas no son nada halagüeñas porque todavía no se ha tocado techo en la recesión de la economía española a la que, siendo optimistas, aún le quedan otros dos trimestres de caída del PIB aunque, según las previsiones del Gobierno, no se superará el 25% de parados. Sin embargo para llegar a esa cifra quedan apenas seis décimas y para la cifra 'psicológica' de los seis millones de parados menos de 400.000 desempleados. Y la próxima poda vendrá por la parte de los empleados públicos, y ahí no hay estacionalidad.


Por ese motivo resulta curioso escuchar a los responsables de Economía o Empleo utilizar los mismos argumentos que utilizaron sus predecesores para justificar el incremento del paro y cifrarlo todo a las buenas palabras, porque lo cierto como ha reconocido el ministro de Economía Luis de Guindos es que no se creará empleo hasta 2014.


Y a los parados y a quienes sienten cada vez más angustia ante la posibilidad de perder su puesto de trabajo les sirve de escaso consuelo las referencias a la herencia socialista, que ya conocen sin duda, pero quieren de sus gobernantes algo más que la imposición de obligaciones, llamamientos a la austeridad y amenazas sobre sus escasos recursos.


Los datos de la EPA suponen una nueva confirmación de la inutilidad de la reforma laboral para la misión para la que fue concebida: no ha servido para crear empleo, ni fijo ni temporal; en este periodo han aumentado los ERE y los trabajadores afectados y su despido resulta más barato; quienes han perdido su empleo son ya trabajadores fijos y a otros se les ha reducido su salario. De ahí que cada vez se dejen sentir con mayor fuerza en España y en la Unión Europea la voz de quienes piden políticas de estímulo que favorezcan la creación de empleo.


Ante un paro histórico se necesitarían medidas de la misma categoría. Las reformas pueden estar muy bien y sentar las bases de un futuro ¿inicerto?, pero entretanto son precisas soluciones de urgencia. El PP hizo creer que las tenía para resolver el principal problema de la sociedad española, pero las que ha aplicado hasta ahora no han hecho sin aumentar el drama.

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