Opinión

EL FONDO DE LA CUESTIÓN

Se imponen las reuniones discretas de los líderes políticos, de la misma forma que se han hecho habituales las ruedas de prensa sin preguntas, de tal forma que es preciso esperar unos días a que tengan a bien trasladar a la ciudadanía los asuntos que han tratado sus principales representantes sobre los problemas que les afectan. Es la cuestión catalana la que se encuentra ahora en el centro de esas conversaciones discretas, pero por lo que se ha conocido no han resuelto apenas nada sobre el aspecto que el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha denominado 'el fondo de la cuestión'.


El presidente de la Generalitat, Artur Mas, y el primer secretario de los socialista catalanes, Pere Navarro, visitaron a Rubalcaba el pasado domingo en la sede socialista de Ferraz para hablar de la salida del laberinto catalán en el que se cruzan dos itinerarios distintos, el de la financiación y el de la autodeterminación, aunque según Artur Mas solo tienen un camino de salida. El líder socialista, por el contrario ve que, de los dos caminos, uno conduce a un muro y es preciso que Artur Mas dé marcha atrás.


Rubalcaba, Mas y Navarro llegaron a la misma conclusión que el presidente de la Generalitat y el inquilino de la Moncloa: que si Bruselas flexibiliza el objetivo de déficit, las comunidades autónomas deben beneficiarse en la misma medida y que Cataluña puede encontrar alguna ventaja adicional dada la situación precaria de sus finanzas. Al PSOE esta discriminación, que levanta ronchas entre las comunidades autónomas 'cumplidoras' gobernadas por el PP, no le causa ningún problema por la sencilla razón de que su poder autonómico está muy reducido y Andalucía también sería beneficiaria de la distensión con Cataluña.


Ocurre, que enrocado como está en la celebración de la consulta, aunque obtenga algún alivio en la disminución del déficit, y con el aliento en el cogote de ERC, que presiona para que se convoque cuanto antes el referéndum y que no está dispuesta a aprobar los presupuestos de la Generalitat a la que recomienda que gobierne con la prórroga de los actuales para no hacerse corresponsable de los recortes previstos, Artur Mas lanza mensajes en todas las direcciones y una veces obliga a sus consejeros a rebajar el tono de sus críticas hacia el Gobierno para que le den árnica y otras busca alcanzar un acuerdo con el PSC, pero Navarro no está dispuesto a prestarle su salvavidas en el aspecto económico, sino suelta el lastre de ERC, y en el político si no hace la consulta 'de acuerdo con Madrid', y en ambos casos cuenta con el apoyo de Rubalcaba.


Pero es en 'el fondo de la cuestión', en el encaje de Cataluña en España, y en la búsqueda de una fórmula de convivencia de Cataluña con España, donde las distancias entre el PSOE y el líder de CiU están más alejadas, porque los socialistas no quieren oír hablar del derecho de autodeterminación y a Mas una reforma constitucional de corte federal como la que propone el PSOE se le queda corta, y como dos no negocian si uno no quiere ?al margen de la complejidad que supone abordar una reforma constitucional de esa características en un momento de crisis económica y depresión social-, todas las apelaciones al diálogo que realiza Rubalcaba no son más que intentos bienintencionados que no obtienen el eco que quiere en su interlocutor.


Desde luego, es preciso seguir intentando el diálogo con Artur Mas, quien ha unido su futuro político a la consulta independentista, pero el presidente catalán no quiere entrar 'en el fondo de la cuestión'. Quiere la independencia y punto.

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