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CUMBRE EN MADRID
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, trasladó ayer al jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, su intención de aumentar el número de destructores norteamericanos en España, país al que calificó de “un aliado indispensable”. En su primera visita a España como presidente estadounidense, Biden fue recibido en Moncloa por el jefe del Ejecutivo la víspera del inicio de la cumbre de la OTAN, y durante una hora han abordado las relaciones bilaterales y otras cuestiones de la agenda internacional.
Una reunión que sirvió para renovar y actualizar la declaración suscrita en 2001 por ambos países y que fija las bases de la relación en diversos ámbitos, como el de la defensa, la seguridad, la economía, el comercio, la justicia o la migración. El capítulo defensivo es considerado por Sánchez y Biden como un ejemplo de la colaboración estrecha entre sus países y que se fundamenta en el convenio de cooperación relativo a esta área suscrito en 1988. Un documento que regula la presencia militar estadounidense en España que Biden desea aumentar, ya que pretende que a los cuatro destructores existentes en la actualidad en la base naval de Rota (Cádiz), se sumen otros dos más. Además, en su comparecencia conjunta en Moncloa junto a Sánchez confió en que ese aumento se haga efectivo “más pronto que tarde”.
El presidente del Gobierno se limitó en su intervención a ratificar que habían hablado de este asunto, y la declaración bilateral suscrita ayer señala que “España y Estados Unidos tienen la intención de ampliar su cooperación en materia de defensa mediante el estacionamiento permanente de buques de guerra estadounidenses adicionales en Rota”. Fuentes del Gobierno sí avanzaron que prevén que no se demore mucho el aumento del número de destructores en Rota (con el aumento correspondiente de efectivos) porque ya se ha estado trabajando sobre ello, y recuerdan que la ministra de Defensa, Margarita Robles, estuvo en el Pentágono en mayo pasado y se habló de este asunto.
La petición estadounidense tiene que pasar ahora por la mesa del Consejo de Ministros ya que supone una modificación del convenio de defensa bilateral. Una vez que sea aprobado por el Gobierno, según confirmaron fuentes de Moncloa, debe pasar por el Parlamento para recibir el aval correspondiente. El Ejecutivo resalta que el incremento en el número de destructores estadounidenses contribuirá a uno de los objetivos de España en la cumbre de la OTAN, que se preste especial atención al flanco sur de la Alianza.
La declaración recoge también el compromiso de España y Estados Unidos de colaborar en un enfoque integral para la gestión de los flujos migratorios irregulares que garantice un trato justo y humano de los migrantes. En medio de la polémica por la actuación de la Gendarmería marroquí en el asalto a la valla de Melilla del pasado viernes en el que murieron al menos 23 personas, resaltan explícitamente la necesidad de una cooperación permanente ante estos movimientos migratorios irregulares en el norte de África.
Biden se prodigó en elogios hacia España, al que consideró “un aliado indispensable” dentro de la OTAN y aseguró que la cumbre de la Alianza de esta semana será “verdaderamente histórica” en un momento clave debido a la invasión rusa de Ucrania. Calificó de “muy cálida” la conversación con Sánchez (un calificativo con el que coincidieron fuentes del Gobierno), al que agradeció la acogida en España de 140.000 refugiados ucranianos. “Es un notable testimonio de su gente, es un testimonio del espíritu de determinación de los españoles”, añadió.
También destacó la colaboración de España y Estados Unidos con países de América Latina y el Caribe y aseguró que están deseando hacer más cosas juntas por África.
Por su parte, Sánchez se mostró muy satisfecho de la declaración que actualiza la relación bilateral, que cree que era necesaria tras más de veinte años de vigencia de la anterior y después de numerosas transformaciones que ha habido en el orden internacional y que han afectado a las relaciones europeas y transatlánticas. También consideró la renovación de la relación como una oportunidad para las empresas estadounidenses en España y las españolas en Estados Unidos.
Destacó asimismo la coincidencia de puntos de vista en América Latina y ante retos como los del Sahel y garantizó un trabajo conjunto en foros como la ONU o el G20 para buscar soluciones a retos globales. “España y Estados Unidos somos aliados, somos socios estratégicos, somos amigos”, recalcó Sánchez.
El rey Felipe VI defendió ayer que el pesimismo no puede ser una opción en un momento en que el mundo se enfrenta a antiguas amenazas, como Rusia, combinadas con otras nuevas, instando a los líderes de la OTAN a mirar hacia el futuro con determinación para poder brindar a sus ciudadanos la seguridad y la paz que anhelan. Don Felipe arrancó el brindis a los asistentes a la cena recordando la anterior ocasión en que España acogió una cumbre de la OTAN, en 1997. Entonces, el anfitrión en la cena fue su padre, Juan Carlos I, pero como ha destacado también se produjo “en tiempos de intensos cambios y de remodelación no solo en Europa”. En aquella ocasión, la Alianza dio “los primeros pasos” en su ampliación a los países del este de Europa con la esperanza de dejar atrás la Guerra Fría. “No podemos ignorar el profundo simbolismo de estos dos momentos históricos en los que España y la ciudad de Madrid han dado la bienvenida a la OTAN para su cumbre anual”, resaltó.
Felipe VI disculpó la ausencia a la cena del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el de Finlandia, Sauli Niinistö, y la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, debido a la larga negociación, finalizada con éxito, por el que el país otomano levantó el veto a las dos naciones nórdicas para entrar en la Alianza Atlántica. “El secretario general de la OTAN no ha venido por ahora por buenas razones”, excusó Felipe VI a Stoltenberg al comienzo de su discurso.
Los ministros de Exteriores y los ministros de Defensa de los 30 países socios de la OTAN, junto a la Unión Europea, Corea del Sur, Finlandia y Suecia, compartieron una cena con guiños a la cocina ucraniana, como el entrante denominado “ensaladilla Kiev”, en la víspera del inicio de la Cumbre de la Alianza Atlántica en Madrid en la que Ucrania fue protagonista, en el comedor de gala del Palacio Real.
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