La vigésimo sexta fiesta del balonmano gallego se celebra en el Municipal
Balonmano | División de Honor
El Porriño, condicionado por las bajas, recibe a un Guardés que busca cortar su mala racha de tres años en A Louriña para seguir colíder (13:00, Teledeporte)
El vigésimo sexto episodio del derbi gallego se escenifica esta mañana en el Municipal (13:00, TDP). La fiesta tendrá los ingredientes habituales: altas dosis de pasión, tensión e igualdad sobre la pista, ambiente espectacular en las gradas y máxima deportividad entre Orbe Zendal Porriño y Mecalia Atlético Guardés. Poco importa cómo llegan ambos, estos duelos siempre sacan lo mejor de todas las jugadoras y después de que suene el himno de Galicia, la batalla será encarnizada.
Sobre el papel, el conjunto que dirige Ana Seabra está en condiciones de volver a ganar junto al Louro después de tres años y medio de sequía. Llega segundo tras la victoria de Bera Bera de ayer en Elda (22-25), pero recuperaría el coliderato con un triunfo. La formación miñota solo tiene la baja de Nerea Gil, operada el pasado miércoles de su rotura de menisco en la rodilla izquierda. Si la recuperación transcurre con normalidad, la navarra estará de vuelta tras el parón por el Mundial.
Por lo demás, la entrenadora portuguesa cuenta con todos sus efectivos. El choque tendrá un punto especial para Ceci Cacheda y Carme Castro por ser las gallegas de la plantilla y por ser canteranas del Porriño. También regresa al Municipal la paraguaya Ari Portillo. Completa la convocatoria la juvenil María Español.
Por su parte, Isma Martínez padece las funestas consecuencias de las bajas. El técnico morracense sigue sin poder contar con Aitana Santomé ni con Aroa Fernández -ex del Guardés-. Y aunque recupera a Juliana Santos, Ana Palomino y Vicky Zsembery, su participación estará limitada por la falta de ritmo. También regresa Caro Bono, que entrenó con normalidad estos días tras recuperarse de un proceso gripal.
En el Orbe Zendal, que va sexto en la tabla, solo queda Paulina Buforn como exjugadora del Mecalia -Aroa es baja-. La ibicenca, siempre diferencial, deberá cargar hoy con un peso aún mayor por las ausencias en la primera línea en la madre de todos los partidos.
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