La Policía despliega un dispositivo en la ‘narcovivienda’ okupa de Cabral
La UPR de la Comisaría de Vigo llevó a cabo un operativo en el inmueble objeto de constantes quejas vecinales
La ‘narcocasa’ de la discordia en la calle Fontiñas, en Cabral, fue objeto ayer de una operación policial preventiva. La vivienda okupada, y que era objeto de constantes quejas vecinales por la inseguridad, el trapicheo, la suciedad, los ruidos y la violencia, se vio además involucrada en una polémica política que incluso llegó al Congreso de los Diputados de la mano del propio exministro Ábalos, que registró una pregunta a escasos días de ingresar en prisión provisional, sobre la presencia de tres miembros del PP apoyando las quejas de los residentes de la calle. Pero también los populares preguntaron al ministro de Interior sobre la situación de abandono durante más de un año de dicha casa sin que se hubieran tomado cartas en el asunto.
Los vecinos habían puesto en conocimiento de la Policía una situación ‘insostenible’ y la denuncia pública hecha por el grupo popular de la ciudad generó un conflicto con la Subdelegación del Gobierno, al asegurar que su presencia impidió que se llevara a cabo un operativo policial en el inmueble.
Semanas después, un subgrupo de la Unidad de Prevención y Reacción de la Comisaría de Vigo, con ocho efectivos y dos vehículos llevaron a cabo ayer un despliegue junto a la vivienda que se prolongó durante horas. La intención, erradicar por completo ese punto conflictivo en el que se había convertido la vivienda, donde ya se habían hecho seguimientos e identificaciones en el pasado, tras recibir las denuncias vecinales.
El operativo comenzó sobre las seis de la tarde y se prolongó durante horas, debido a la intensa lluvia. El despliegue preventivo sirvió para comprobar si el inmueble seguía albergando a okupas que lo utilizarían como lugar de venta y consumo de drogas. En principio, los ‘inquilinos’ se habían marchado de allí tras hacerse especialmente popular la casa, al hacerse eco todos los medios de comunicación del infierno que tenían que soportar los vecinos, sin embargo, como ocurre con frecuencia en este tipo de lugares, no es infrecuente que, después de un tiempo, los okupas regresen aprovechando que se disipa el foco de atención.
Un operativo de vigilancia con efectos disuasorios
No es la primera vez que unidades como la UPR de la Comisaría de Vigo se despliegan en torno a lugares conflictivos, ya que uno de sus objetivos es la prevención. Sus operativos de vigilancia fueron especialmente efectivos en otras zonas de la ciudad, como en su momento en el entorno de Calvario, donde los vecinos también sufren las consecuencias de las conocidas como “narcoviviendas”. Cuando la presión se hace insostenible, los ‘inquilinos’ se trasladan a otros lugares, aunque su actividad ilícita no desaparece.
Ayer, los agentes comprobaron durante más de cuatro horas, que el inmueble estaba en calma, sin que se produjera trajín de personas ni supuestos consumidores a comprar. No será probablemente la última vez que se realice un operativo similar.
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