Naturaleza pura y ría interior para el ascenso en el País Vasco

Traineras

Las embarcaciones de Chapela y Tirán acuden a la promoción de ascenso a la ACT en sus dos categorías y con mayores opciones para los beretes

Los remeros de Chapela posan ayer para la fotografía antes de realizar la sesión de entrenamiento y a dos días de disputar la promoción de ascenso a la Liga ACT con sus dos traineras.
Los remeros de Chapela posan ayer para la fotografía antes de realizar la sesión de entrenamiento y a dos días de disputar la promoción de ascenso a la Liga ACT con sus dos traineras. | JV Landín

Visitar Bermeo puede deberse a una pasión religiosa o surfista. En la localidad vasca costera, que está situada entre montañas unos kilómetros al este de Bilbao, se encuentra uno de los lugares esculpidos con magia por las rocas y el mar que ofrece tesoros increíbles, que merecen la pena observar una vez en la vida porque son únicos. Uno es Gaztelugatxe y otro, la ola de Mundaka. Una en el mar abierto y otra en el interior de la ría.

Entremedias, queda otro lugar mágico, pero para un grupo más reducido de personas y que tiene en el último sábado de regatas de temporada su particular peregrinaje. Entre las aguas que rodean el puerto plagado de barcos atuneros se baten, curso tras curso, las mejores traineras y, sobre todo, es el lugar en el que se inicia el ‘play-off’ de ascenso a las dos categorías de la Liga ACT. La Eusko Label masculina y la Euskotren femenina. También es el final de curso para los que seguirán en ambas categorías, pero esa pelea tiene mucha menos épica y trascendencia que las citas que reparten billetes en la máxima categoría. Y es que estar o no estar marca mucho.

El formato es idéntico para ambos sexos tras el crecimiento de la competición de mujeres en los últimos años. Hay cinco barcos luchando en el agua y dos de ellos remarán entre los escogidos en 2026. La lucha comienza en el mar abierto de Bermeo y termina el día siguiente en las aguas interiores de Portugalete, en el interior del río Nervión. Sin quererlo, pero, por puro calendario, el fin de semana es una especie de prueba en todas las condiciones posibles. La primera de mar abierto y técnica y, la segunda, de pura fuerza y watios. Ser bueno en un único aspecto no garantiza el éxito. Fallar en uno de ellos, condena al fracaso.

El sábado la prueba es en Bermeo (17:35) y el domingo se rema en aguas de Portugalete (11:30)

Bajo esta premisa acuden a la cita Chapela y Tirán Pereira por partida doble. En gran medida, es un año histórico para el remo de la Ría de Vigo porque es realmente complicado que un club meta a sus dos barcos en esta pelea. Todavía lo es un poco más que los meta con idéntico puesto. La expedición berete es campeona de la Liga Galega en las dos categorías y la de O Con es subcampeona. Por lo tanto, por simples puestos, los barcos de Chapela tienen más opciones que los de Tirán Pereira.

La categoría masculina

Es preciso diferenciar a partir de ahí. En hombres, el menú es variado con distintos oponentes. La tripulación de Juan Zunzunegui dominó la campaña autonómica, en la que rozó el pleno de triunfos, y preparó con mimo la cita con una plantilla amplia y de experiencia. Escoger entre los diferentes recursos es la principal preocupación del técnico que, por otra parte, dispone de buenos datos de fuerza, pero quizás tenga en el mar abierto de Bermeo su principal incógnita. Además, el campo de regatas de la localidad tiene como principal hándicap que las olas entran de costado, algo realmente extraño. Eso sí, a unos días de remar, la previsión es optimista con olas bajas de medio metro. Es decir, prácticamente calma.

Como principales adversarios aparecen dos barcos del País Vasco. Dos verdaderos históricos. Uno es Kaiku, que ocupó la undécima posición en la Liga ACT y, por así decirlo, es la trainera que defiende la plaza. No tuvo problemas de descenso directo porque Cabo da Cruz estuvo muy lejos, pero también se mostró como una tripulación endeble, sin opciones de permanencia directa. Y, quizás por ello, lleva semanas con la promoción en mente.

Las tripulaciones de Tirán Pereira viajan al País Vasco si presión y con la idea de pelear por el ascenso.
Las tripulaciones de Tirán Pereira viajan al País Vasco si presión y con la idea de pelear por el ascenso.

El otro gran rival para Chapela y, probablemente, el barco favorito a dominar el ‘play-off’ es Santurtzi. Otro de los gigantes del remo vasco y cuya crisis económica le hizo perder la máxima categoría. En la reconversión, ganó la segunda categoría con mano de hierro y en la clasificatoria de la Concha batió y de forma clara, a las tripulaciones que pelearán con ella. A eso se le añade que no tienen debilidades en ninguno de los dos escenarios. A priori, claro. Después, hay que remar.

El dúo con menos opciones de ascenso está compuesto por Arkote y Tirán Pereira. Ambos llegan a la cita con poca presión, especialmente la trainera vasca, que lleva años alejada de la élite del remo de traineras. Esta falta de apuro por el ascenso permite bogar con libertad y soltura, algo que puede ser clave cuando las olas entran por el costado en Bermeo. Si se encuentra cómoda, la opción de sorpresa se eleva y la historia de la ACT está llena de episodios así. Los firmaron San Pedro, Cabo da Cruz o Lekitarra en años precedentes.

Todo lo dicho sobre Arkote puede aplicarse a la “Mar do Con”. En la presente campaña llega a la cita con la tranquilidad de recaer el favoritismo en otras. Eso sí, en su interior dispone de remeros que saben lo que es la ACT, algo clave, que se une a otros que aportan la ilusión de conocer esta pelea por primera vez. Para el barco moañés, estar el sábado arriba es clave porque watio por watio, parece con menos opciones. Parece.

En la categoría femenina

La categoría de mujeres se presenta con un enorme interrogante este fin de semana porque el contexto es extraño, complicado de interpretar. Por un lado, se encuentra el barco de Donostiarra, que ocupó una séptima plaza de explicación dificultosa en la Liga Euskotren. En las últimas campañas estuvo en la manga de honor y en la Concha firmó la cuarta posición tras hacer el tercer puesto en la clasificatoria. Un rendimiento lógico.

Lo ilógico sucedió el resto del verano cuando transitó por las últimas plazas de la competición liguera, un rendimiento que solo puede tener como origen la profunda remodelación que sufrió en la plantilla. No obstante, una de las pocas que continúan es la guardesa Ángela Castro, asentada en Donostia.

Por lo visto en el último mes -que no el resto del curso-, es la trainera que debería estar un paso por delante de un trío formado por Zarautz, San Juan y Chapela. Las dos traineras guipuzcoanas estuvieron separadas por un punto en su liga y por tres segundos en la clasificatoria de la Concha. Es decir, nada. Y la “Arealonga” se presenta con un nivel similar tras un año en el que, salvo en contadas excepciones, dominó la Liga Galega con renta. Su preparación está destinada a buscar un ascenso que persigue el bote berete porque parece que, cada año, le queda un poco más pequeña la competición autonómica.

Si la regata en mar abierto de Bermeo siempre es clave, todavía lo parece un poco más entre estas traineras porque, pese a que los precedentes de enfrentamientos directos son muy escasos, todo indica que tendrán un potencial muy similar y todo se iguala un poco más en una regata de ría con mar en calma.

La entidad del paseo de Cardona llega a la cita como doble ganadora de la Liga Galega

De nuevo, Tirán Pereira aparece como la embarcación escondida. “Creemos que puede dar más rendimiento del que vimos este verano”, indica su presidente, Eliseo Montenegro. Lo cierto es que, salvo en dos regatas de mucho viento en Ferrol, se vio claramente superada por Chapela este curso. Puede ser un precedente al que agarrarse porque la previsión de Bermeo es de pocas olas, pero sí la aparición de movimiento en el aire y con dirección opuesta a la mar. Algo que siempre complica. En todo caso, las pupilas de David Serodio están lejos de sentir presión o urgencia por el ascenso. Cualquiera de los otros botes participantes tiene más ojos sobre él y, entre todos, destaca San Juan. Pese a llevar unos años fuera de la élite, dispone del peso del pasado. Hace una década, dominaba el remo femenino.

Es imposible que en los ‘selfies’ tomados desde Gaztelugatxe y que hicieron mundialmente famoso este bello enclave rocoso y unido a la costa por un estrecho pasillo aparezcan las traineras en Bermeo, pero si se observan desde la punta del cabo Matxitxako como unas pequeñas hormigas transversales que pelean con las olas antes de que estas se levanten llegando a la orilla de Mundaka, la meca del surf con sus olas de izquierda e inicio del paraíso avícola de la reserva de Urdaibai. En el largo de proa, la ola entrará de izquierda a los barcos, de proa a popa, casi golpeando el casco y desestabilizando. Habrá que superarlas, aunque la inestabilidad más real llegará camino al puerto cuando pase de lado a lado, pero algo favorables y levantando la popa para volver loco al patrón que irá en una notable tensión porque, en cualquier momento, puede cruzarse la trainera y convertir una buena regata en una temporada tirada a la basura.

Las dos traineras de Chapela tienen la experiencia de 2024 y con una sensación similar y distinta. El barco masculino perdió toda opción de ascenso en la primera sesión de Bermeo al dejarse 1:25 sobre Ares. El resto del curso estuvo a menos de medio minuto. El domingo volvió a cerrar la prueba, mientras que el barco femenino se quedó en la ingrata tercera posición. El primer día a 13 segundos del primer barco y, el segundo, a tres de la victoria y el ascenso. Casi nada. Es lo que tiene la lucha por el ascenso a la máxima categoría del remo. En ocasiones se dirime por mucho y, en otras, por muy poco. Dos días de pelea, una en la reserva de la biosfera de Urdaibai (sábado, 17:35) y otra en la industrial -aunque cada vez menos- ría de Bilbao. En Portugalete (11:30) y ambas jornadas en formato contrarreloj para evitar los beneficios de remar por una u otra calle del campo de regatas.

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