venezuela, podemos y monedero

n n n (Juntos, pero no revueltos). Ello demuestra que, los ideólogos políticos sólo coinciden en el fondo y discrepan en las formas, y es aquí, donde está la diferencia abismal y casi siempre, en la izquierda, es más traumática. Viene a mi recuerdo, aquellas divergencias que protagonizó toda la izquierda en la Venezuela de los años sesenta y setenta. Ello marcarían el principio y fin del ensayo socialdemócrata iniciado por Betancourt y gallegos, y con la ayuda de la derecha socialcristiana, COPEY y URD, centro izquierda. Ellos fueron los protagonistas de aquel naciente camino democrático de los años sesenta.

Su primera víctima sería un periodista honesto y capaz, Fabricio Ojeda, URD. Fue un gran profesional, su integridad y honestidad lo llevó al suicidio, siendo secretario de Gobierno y que jamás fue aclarado. Ello marcaría el camino difícil y traumático que debía transitar aquel novedoso despertar democrático. Los discrepantes, en las filas de AD no tardaron en aparecer, R. Ramos Jiménez y luego el maestro Prieto Figueroa, eran el ala más radical de la izquierda y viejos comunistas, muchos escondidos y no salieron a la palestra entre ellos estaba Carlos Andrés Pérez, que se convertiría en el traidor y sepulturero más cotizado de aquella época Betancurista. Fingiendo de anticomunista pero en el fondo era su avalador principal y lo delataron sus zigzagueantes actuaciones, que decepcionó a mucha gente. Algunos antes que claudicar a sus convicciones ideológicas se fueron a la guerrilla, que estaba de moda entonces.

Su populismo distorsionador y confuso lo llevó a ser presidente en dos oportunidades pero no convenció ni siquiera a los suyos. Todo lo contrario, fue él quien firmó el acta del descalabro y defunción de su gran partido AD y la entrega del país al populismo más farsante y radical, que complementó D. Rafael Caldera para proteger su ego desmedido, utilizando el chiripero formado por minoritario partidos de izquierdas. Hugo Chávez, cuando llegó el 1999, los siguió protegiendo y manipulando hasta convertirlos en guardianes de su Revolución. Ello fue el principio del fin. Reunió en el país, capitaneados por Cuba, a anarquistas de todo pelaje, guerrilleros fracasados o activos, ideólogos comunistas, con pasantía universitaria, entre ellos, españoles destacados anticapitalistas y activistas, antifranquistas de salón y última generación. Todos juntos, como aves de rapiña, cayeron sobre venezuela, para probar sus experimentos comunistas que luego de quince años ya tenemos sus resultados catastróficos para aquel país.

Estos personajes y cuyos nombres no debemos omitir, P. Iglesias, Monedero, Íñigo Errejón, Navarro Torres y otros muchos, pretenden trasladar su nefasta y ruinosa actuación en Venezuela a al España actual, de la mano de Podemos, instrumento político gestado a la sombra de la Cuba castrista y la financiación de la Venezuela Bolivariana, con un ingrediente muy significativo y peligroso, el silencio o mirada perdida de la CE, a la que la izquierda europea trata de confundir con su lobby encubridor y mafioso, dirigido, y de forma magistral, por la diplomacia cubana, cuyo ingrediente farsante es: que ya no ayudan y menos protegen, al terrorismo internacional. Hace tiempo cambiaron las armas por algo mucho más productivo. La diplomacia del engaño masivo, tendiendo la mano y escondiendo el garrote. Así pasaron del santuario de verdugos y cómplices, a templo de Arrepentidos como lo demuestra la farsa montada con la pacificación de Colombia y la invasión burda que hicieron en Venezuela para someterla a sus delirios. El fin perseguido es poner a salvo sus errores del pasado e introducirse de nuevo un capitalismo ligh que hasta ayer catalogaban de salvaje. J. C. Monedero forma parte de esta cadena de este complot, sus errores no son compatibles con el fin a perseguir y programado. El no supo adaptarse a las formas de transmitir el engaño y lo llevó al patíbulo que los comunistas tienen reservado para sus traidores. Y sobre ello, sacaremos conclusiones esclarecedoras de cómo pretenden manipular el nombre y fines democráticos con su ideología comunista, su burda intención los llevó al fracaso que ya vivió Cuba ayer y Venezuela hoy. También su ensayo reciente en Grecia, hoy le toca a España abrir los ojos y mente para no caer de nuevo en sus garras. Sólo defendiendo nuestra democracia y sus libertades evitaremos los desastres que ya hoy vive Venezuela.