Carta abierta al señor Monedero

Quien le escribe hoy es un emigrante español en Venezuela, que vivió desde muy corta edad y grandes sacrificios el nacimiento, auge y declive de la democracia en aquel gran y solidario país, al que le debo un eterno agradecimiento por permitirme en el crecer y desarrollarme, a la sombra de mi trabajo, estudios y comportamiento, llegar a triunfar, fundar un hogar y procrear un hijo, orgullo y razón de ser para dos emigrantes gallegos integrados al país y portadores de una doble nacionalidad, que con orgullo y eterno agradecimiento llevamos.

Es verdad que su tragedia política la inician los dos grandes partidos, AD y COPE. Y el año 1975, versión que hoy se repite aquí, como una copia al carbón, con PP y PSOE. La única diferencia es que allí ya se consumó la ruptura democrática y luchamos para retornarla, aquí se inicia el camino del acoso y derribo, con uno de los responsables jugando a la ruleta rusa, y haciéndole el juego a quienes pretenden asaltar, nuestro estado de derecho para someterlo a sus delirios comunistas, como hicieron en Venezuela. Su farsa ya está montada, y la inició Zapatero. El y parte del PSOE le siguen dando calor hoy a pesar de su implicación directa en el desastre que vivimos que trata de paliar y corregir el gobierno actual, con los sacrificios y colaboración del pueblo español.

Es Vd. precisamente, el director de aquella avanzadilla del nuevo comunismo que aprovechando la tragedia de Vargas 1999 y dirigida por Cuba aterrizó en Venezuela con el consentimiento de Hugo Chávez, para convertir a Venezuela en centro de ensayos y acopio revolucionario. Aquellos nefastos asesoramientos nos trajeron desintegración social y un empobrecimiento salvaje y criminal, al ser los promotores de más abusos de poder, como las irregulares expropiaciones y confiscaciones de propiedades y vienes que llevaron el país a una situación insostenible de pobreza, y luego de quince años de ensayos, el desastre está servido, donde la miseria, unida a la irracionalidad política, llevaron el país al desastre económico, social y político, que hoy vive y es Vd. uno de los responsables directos y debe responder.

Tal vez comprenda su vergüenza, que por arte de magia, lo convierte en irracional profesor, ante el alumno preguntón. Y esto se repite constantemente, cuando algún periodista le pregunta en España, por sus andanzas y aventuras comunistas, en aquella tierras, que además cobró y mucho. Mientras los jubilados y pensionados, esperan meses para ello. Su irritación iracunda no tiene disculpa alguna, lo agarraron con el carrito de los helados. Y solo le queda el seguir mintiendo como un bellaco, así lo demostró en la última entrevista con Esther Esteban, publicaba en El Mundo, el lunes 6 de julio, en la misma no solo miente de forma descarada, insulta y agrade al pueblo de Venezuela, y su verdadera historia, con afirmaciones sobre la oposición, iguales a las que hizo Chávez en su día, para exculpar a sus pistoleros de Puente Llaguno, o a los que masacraron a humildes trabajadores en la Televisión Nacional, cuando dio su fallido golpe de estado en el 92. Tal vez a la periodista se le olvidó que son cientos de miles y sus descendientes millones. Algunos ya perdieron la vida y otros siguen siendo hoy chivos expiatorios de esta farsa revolucionaria que usted ayudó a implantar allí. ¿Y esto no le remueve la conciencia? Pues parece que no. Y lleno de un cinismo obsceno pretenden trasladar esta desgracia a España, de la mano de sus compinches de aventura, Podemos. Son los mismos que, llegados al poder en ayuntamientos y comunidades, su prioridades son los suculentos sueldos y revivir la Memoria Histórica, o haciendo un nuevo apartheid ideológico y antidemocrático. ¿La recuperación económica y social que el pueblo reclama a gritos? ¡Qué se esperen, hay que primero hundir el barco...!

Esta es la filosofía y política comunista que vds. y los suyos proyectan para España. Los ejemplos de Cuba y Venezuela, unidos a los de Grecia hoy, poco los ayudarán, pero sí abre le los ojos al pueblo español, que reclama unidad y valentía democrática para atajar esta deriva que, falsos profetas como vd. disfrazados de demócratas, pretenden hoy someternos al comunismo puro y duro.