Reino Unido ha sido una tierra para emigrar. La oportunidad laboral que ofrecen las islas británicas y el salario son grandes alicientes para que muchos jóvenes busquen una aventura en tierras norteñas. El idioma inglés también es uno de los atractivos para que, al menos durante una temporada, busquen cobijo en ciudades de Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte o Gales. No sólo en Londres, sino también otras ciudades, como Edimburgo, Manchester o Brighton resultan de gran reclamo. Algunos, incluso, se quedan más tiempo de lo que esperaban en un primer momento.
El fallecimiento de la Reina Isabel fue todo un acontecimiento para las islas. La muerte de su símbolo y la coronación de su sucesor, Carlos III no es sino un cambio en la vida de la sociedad inglesa. Nuevos aires que no siempre son buenos. Los nativos ingleses consultados mantienen opiniones muy diversas sobre el papel del nuevo rey. Algunos consideran que no estará a la altura de lo esperado, en una eterna comparación con la figura de su madre. Otros, perdonados sus escándalos, apoyan incondicionalmente la monarquía actual a pesar de que hereda el trono con 73 años. Demasiado tarde.
Los vigueses afincados allí, por su parte, tienen disparidad de opiniones en cuanto a la figura de la reina. Algunos, con más contactos entre gente monárquica, vivieron sus últimos momentos de vida con gran expectación y tristeza. Otros, más distantes, prefirieron recalcar los verdaderos problemas de Reino Unido, mostrando un desapego por una monarquía que no es la suya y no la han adoptado.
Elena, afincada en Manchester, señaló que en la ciudad que la acogió existe mucho respeto por la reina, hasta tal punto de que “las tiendas cierran incluso el día del funeral. Hasta eventos como la liga de fútbol fue cancelada. La gente le tenía mucho cariño y tendrá muchísimas visitas”. Santiago Cuevas, ingeniero afincado en Edimburgo, aseguró que el tema de la monarquía no suele ser tema de conversación porque, como en España, existen muchas controversias: “La mayor parte de la sociedad la consideraba como una figura histórica, de gran valor, pero también tenía sus detractores por lo mismo que sucede en España, que piensan que era una figura antidemocrática”. Sin embargo, afirmó que existirá mucha incertidumbre en la sociedad inglesa pero, en realidad, “creo que los temas que tratan a la monarquía en la sociedad escocesa están un poco eclipsados por la vida cotidiana. A la mayoría de trabajadores no les afecta, porque existen problemas más importantes en la sociedad aquí en Edimburgo”.
Su hermana, Eva Cuevas, también residente en Edimburgo, resaltó la extensión del protocolo a la vida, hasta tal punto de que “en la radio solo se escuchan canciones tristes". Una sociedad con una educación tan extrema, que “existía un respeto enorme por la reina y, aunque en realidad la gente se levantó igual para trabajar, sí que se nota como un ambiente algo más respetuoso y más frío". A pesar de confesar no estar informada de los escándalos o virtudes del nuevo rey, coincide con su hermano en centrarse más en la vida cotidiana de la ciudad de Edimburgo: “Tuve que ir a trabajar igualmente, en realidad todo parece bastante normal. Algunas imágenes por la calle que son sorprendentes, incluso en barrios obreros de toda la vida, han realizado su pequeño homenaje a la reina”.
“SE NOTA EN LA SOCIEDAD QUE EL APOYO A LA REINA ERA MAYORITARIO, PERO GENERA CONTROVERSIA HABLAR DE LOS ERRORES QUE TUVO EN EL PASADO LA MONARQUÍA BRITÁNICA. SE CONSIDERABA UNA FIGURA HISTÓRICA”
“NO SE HA PARALIZADO MUCHO LA VIDA, PERO SÍ SE NOTA UN CIERTO AIRE DE RESPETO, FRUTO DE SU EDUCACIÓN TAN REFINADA. INCLUSO LAS RADIOS HAN EMITIDO DURANTE TODO EL DÍA CANCIONES TRISTES”
"Soportó el peso de la corona con tan sólo 25 años"
La reina Isabel II también tiene gente con raíces viguesas que sintió su muerte como cualquier habitante británico. Norma Fernández, lucense de nacimiento pero con muchos años en Vigo y, ahora, en la ciudad de Wolverhampton, mostró su tristeza por la pérdida de la monarca, algo que “sin ser británica se me rompió un poco el corazón al ver que se había ido y es muy curioso que en muchos países europeos, como Italia por ejemplo, ese sentimiento se transmite, cuando no es nuestra reina”.
Afincada ya durante varios años en Inglaterra, asegura que la reina tuvo, como todos, admiradores y detractores, pero que “para todos ellos la Reina va mas allá de eso, es como un símbolo de unión y de pertenencia. Ella subió muy joven al trono y tuvo la capacidad de enfrentarse y soportar el peso de la corona con 25 años y eso la gente lo tiene súper presente”. Reconoce que la casa real sufrió de varios escándalos que mancharon un poco su nombre, pero “ella supo mantener ese símbolo y esa unión limpios, para los británicos es la pura representación de lo que está bien. Por eso se refieren a ella como una madre. Ha fallecido la madre de todos los británicos”.
La subida al trono de Carlos III deja, cuanto menos, incertidumbre. Y eso ya se empieza a notar. Como indicó Norma, hasta lo económico se ve afectado por esta muerte: “La gente tiene bastante claro que como Isabel no va a haber otra y el acceso al trono de Carlos genera muchas dudas. Probablemente se reproduzca en la libra también esa incertidumbre, la vi tras el comunicado de su fallecimiento y ya bajara a 1,12, cuando antes estaba en 1,18. Es demasiado cambio”.
