Vigo, a la cola por la ratio de psicólogos y tiempo de espera

La unidad de hospitalización psiquiátrica infanto-juvenil tendrá acceso por la zona sur del Cunqueiro.
photo_camera La unidad de hospitalización psiquiátrica infanto-juvenil tendrá acceso por la zona sur del Cunqueiro.
Los profesionales afirman que muchos pacientes no pueden ser atendidos ni tres veces al año, con lo que  los problemas se cronifican y se agravan los trastornos mentales

El área sanitaria de Vigo, la más poblada de Galicia, es la tercera peor en cuanto al volumen de psicólogos por población, según los datos facilitados ayer por el Colegio Oficial de Psicología de Galicia.

Este organismo señala que la ratio mínima debería ser de 12 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, pero la media gallega se sitúa en un 5,2.

Entre las siete áreas sanitarias gallegas hay bastantes diferencias, desde una ratio de 7 psicólogos por 100.000 habitantes en el caso de Ferrol hasta los 3,98 del área de Pontevedra, con lo que el acceso no es igual para todos. Vigo es la tercera por la cola, con una ratio de 5,13 profesionales.

Por otro lado, los tiempos de espera para las consultas de psicología clínica son también elevados por la falta de personal y con una demanda que está creciendo. Esto supone, según señalan, muchos pacientes no pueden ser atendidos siquiera tres veces al año, con lo que es difícil un tratamiento psicológico eficaz, los problemas se cronifican y se agravan los trastornos mentales.

En el área sanitaria viguesa, la población adulta espera entre 5 y 12 meses para una primera consulta, mientras que la siguiente cita se demora entre 2 y 9 meses en función de los casos. En cuanto a la población infanto-juvenil, la demora está en seis meses para acceder a la primera consulta y las siguientes tardan de 4 a 11 meses en Vigo. “Es inasumible”, destacan.

Tras analizar la situación, el Colegio Oficial de Psicología de Galicia, que agrupa a 3.600 profesionales, asegura que “en Galicia no se cumple el derecho humano de atender la salud mental”.

Según explican, hay una necesidad inmediata de apostar por los tratamientos psicológicos, de los que su eficacia está comprobada científicamente para ayudar a las personas que sufren, y recuerdan el contexto social, con la inflación y el coste de la vida y con las consecuencias de la pandemia, que ejerce gran presión sobre las personas. “La dificultad de acceso al sistema público, junto con las listas de espera incluso en los gabinetes privados, tanto de psicología clínica como sanitaria, nos indican que este nivel de deterioro en la salud mental de la población gallega está creciendo”, apuntan desde este organismo. Por otro lado, reconocen que el Plan de Salud Mental de la Xunta supuso una importante inyección de recursos, pero “no es suficiente”.

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