El temporal que obligó a suspender los viajes y el mal tiempo generalizado dejaron como resultado que la Semana Santa pasada fue la peor en cuanto a visitantes en las Cíes probablemente desde la creación del parque nacional, hace ya veinte años. En total, 4.649 personas pasaron algunas horas en las islas viguesas, apenas un tercio de los casi 12.000 el año anterior, en que hubo buen tiempo y los festivos cayeron en una fecha más avanzada del calendario, en abril, con días más largos. Las condiciones meteorológicas ya no resultan decisivas para Cíes pero sí en esta ocasión debido a la imposibilidad de navegar por la Ría en condiciones adecuadas y las fuertes lluvias, que hicieron desistir a quienes ya tenían una reserva hecha en la central de la Xunta.
Con todo, las navieras mantienen su programación y mañana mismo hay viajes por la mañana hasta las Cíes, ya con la temporada baja de nuevo, con un aforo máximo de 450 personas. Incluso si el buen tiempo se confirma, Mar de Ons viajará el miércoles de la próxima semana y todo el fin de semana.
Por otra parte, la foto publicada por el Parque Nacional de las Cíes a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, en concreto en la isla Sur, muestra algunas edificaciones que se mantienen. Lo más llamativo es que las Cíes no tenían apenas vegetación y su imagen dista por completo de la actual, con miles de árboles, en su mayoría eucaliptos plantados por Icona hace sesenta años, al entender que era la única especie que podría mantenerse en condiciones muy difíciles. Lo cierto es que proliferaron más de lo esperado, como también las acacias negras y otras exóticas, que ahora cubren la mayor parte de la superficie. El Parque Nacional avanza con su plan de sustitución, talando grandes zonas para plantar en su lugar otras especies más adecuadas y propias de Galicia. El proceso avanza con rapidez, pero siempre evitando dejar las Cíes de nuevo al descubierto.
