La falta de acuerdos aboca a una larga huelga de Vitrasa

Paradas más llenas de lo normal y líneas de autobús en servicios mínimos en otra jornada de huelga de 24 horas.
photo_camera Paradas más llenas de lo normal y líneas de autobús en servicios mínimos en otra jornada de huelga de 24 horas.

La concesionaria no negociará mientras el Concello no apruebe el reequilibrio económico, apunta el comité de empresa, dispuesto a encontrar una solución antes del día 25

Tras el anuncio del comité de empresa de Vitrasa, la empresa concesionaria del bus urbano, de que a partir del 25 de noviembre la plantilla entraría en huelga indefinida dando fin a más de un año de paros parciales, ayer se vivió una nueva jornada de paro de 24 horas que continuará hoy. Una vez más, los servicios mínimos decretados dejaron esperas cercanas a las tres horas entre autobús y autobús en algunas líneas de la periferia, una decisión que, como critica el portavoz del comité de empresa, Imanol Arnoso, “beneficia a la compañía y perjudica a los usuarios que más necesitan este servicio público”. 

 

 

El propio Arnoso explica que, en los últimos días, no ha habido “ningún acercamiento” por parte de Vitrasa para tratar de llegar a un acuerdo antes de la convocatoria de huelga indefinida. Pese a esto, expresa la total voluntad por parte de la representación sindical de la empresa “para sentarnos a negociar un convenio que solucione tanto nuestros problemas como los del propio servicio público”.

 

 

En relación a esto último, el portavoz del comité de empresa de Vitrasa aclara que “somos conscientes de que nuestras movilizaciones repercuten en el empeoramiento del servicio público del autobús urbano, pero este deterioro ya había comenzado antes de que empezáramos a protestar con recortes en varias líneas”. Recrimina a la compañía que siga “esperando a un reequilibrio económico que lleva calculándose, supuestamente, todo el año” para siquiera sentarse a negociar con la representación sindical y confiesa que “seguimos manteniendo la esperanza” de poder llegar a un acuerdo antes del día 25.

Seis meses sin sentarse a negociar

Aunque desde el comité no pierden el optimismo, la realidad es que Vitrasa no se sienta a negociar con los representantes sindicales de sus trabajadores desde el pasado mes de abril, según indica Imanol Arnoso: “Fue cuando nos ofrecieron 500 euros a cada trabajador para detener las movilizaciones”. Desde entonces, las convocatorias de paros parciales se fueron sucediendo cada vez con más frecuencia hasta llegar a la actual situación. Arnoso destaca que la convocatoria del día 25 surgió “de forma espontánea” durante la asamblea en la que se debatían los paros de ayer y hoy, una respuesta “más contundente” de lo que esperaban a los expedientes sancionadores.

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