Abel Caballero solo quiere hablar sobre los asuntos pendientes que la Xunta tiene en Vigo con su presidente, Alberto Núñez Feijóo, y así lo explicó ayer tras una respuesta de la delegada, Corina Porro: "Yo espero la respuesta del señor Feijóo. Del presidente elegido por los ciudadanos para hablar con el alcalde de Vigo elegido por los ciudadanos. Por mí no va a quedar", aseguró. La carta que Caballero envió a Feijóo ya ha tenido respuesta oficial y ha sido negativa para todas las peticiones.
Para Caballero, si Feijóo no responde "es esconderse detrás de otra gente".
El alcalde insistió ayer que Núñez Feijóo “nunca cumplió sus promesas con Vigo” pero que si su intención es “abrir un escenario diferente, tiene que atender a las cuestiones que planeamos”, 7 medidas urgentes y 31 peticiones en total que el alcalde detalla en la carta que le envió el lunes.
Sobre la respuesta de la delegada de la Xunta, Corina Porro, aseguró que "ya se ve a qué vino a Vigo, a defender al señor Feijóo” porque su primera respuesta es “para decir que no, igual que siempre”.
En este sentido, advirtió de que los vigueses "atenderán" a la respuesta que el presidente autonómico dé a las demandas relacionadas con la ciudad, que definió como "deudas de la Xunta con Vigo".
En esta línea, instó a Feijóo a iniciar una "etapa nueva" en la relación con la ciudad mediante "hechos", ya que señaló que los resultados de las reuniones que mantuvo con anterioridad con el titular del Ejecutivo gallego fueron "muchas fotos y ninguna realidad", ya que, "nunca cumplió sus promesas".
Caballero volvió a pedir la retirada de la candidatura de Illas Atlánticas a Patrimonio de la Humanidad, criticó que la Xunta no abogue por la construcción de suelo industrial en la ciudad y la acusó de optar por municipios como Mos, volvió a defender la necesidad de un trasvase de urgencia y criticó el canon, reclamó al Gobierno gallego que destine fondos a las obras de reforma del estadio de Balaídos, instó a iniciar la construcción del instituto de Navia y exigió subvenciones para conciertos y fiestas en la ciudad, así como para sus orquestas sinfónicas.
Por su parte, la delegada de la Xunta, Corina Porro, cuestionó ayer la voluntad de diálogo del alcalde, de quien volvió a criticar su intención de "poner condiciones", en lugar de facilitar ese diálogo, y lamentó que el regidor "falta a la verdad" y ha adoptado una "actitud victimista".
Repitió Porro que, "cuando hay ánimo de dialogar, lo mejor es aproximar posturas y no poner condiciones". Incidió en que las demandas del alcalde (como condiciones previas para esa aproximación con la Xunta) "parece que están buscadas para no establecer el diálogo".
