La batea gigante de Porta do Sol se acercará al Sireno de Leiro

La diseñadora Amalia Puga trabaja con las rederas Atalaia de A Guarda. Se encargarán de los pétalos que envuelven la batea. Mientras el artesano Fran Millán, con su proyecto Frouma, reutiliza las vigas de eucalipto de las bateas. Será el encargado de montar la estructura con madera del aserradero Hijos de Vicente Suárez.
photo_camera La diseñadora Amalia Puga trabaja con las rederas Atalaia de A Guarda. Se encargarán de los pétalos que envuelven la batea. Mientras el artesano Fran Millán, con su proyecto Frouma, reutiliza las vigas de eucalipto de las bateas. Será el encargado de montar la estructura con madera del aserradero Hijos de Vicente Suárez.
El artesano Fran Millán y la diseñadora Amalia Puga serán los talentos locales que involucrará el proyecto ganador del Festival TAC

Óscar Cruz García y Pablo Paradinas Sastre, autores del proyecto ganador del festival de Arquictura Urbana TAC, son madrileños, pero cautivados por el norte. Participaron el año pasado con un proyecto para Donostia y su propuesta para comisariar la Bienal de Arquitectura ponía a Galicia como centro. Con “¡Que faena(r)!”, una batea, lograron el encargo de construir un pabellón temporal (del 13 de junio al 14 de julio) en Porta do Sol. Allí se desarrollarán actividades culturales y acciones de dinamización social. 

“Además de la escala pequeña y mediana, que sería el espacio urbano, nos interesa trabajar con la territorial, que con un elemento se logre un reconocimiento rápido, es el caso de la batea que siendo tan pequeña y colocada en un espacio inmenso como es el mar tiene una repercusión brutal; nos preguntamos cómo podría transformar y activarla en Porta do Sol”, apunta Cruz García, que junto a su compañero, viajaron a Vigo para comprobar el espacio.

Sobre el terreno tuvieron lugar los primeros cambios, se redujeron las dimensiones de las vigas de 15x15 a 12x12 metros y en la misma Porta do Sol se trasladó desde la confluencia con Praza da Princesa a la cercanía del Sireno de Leiro. Los pétalos de la camelia (realizados con redes reutilizadas) vuelan entre 4 y 7 metros, y quedan a un mínimo de dos metros de los edificios para facilitar el paso. “Al acercarse a la escultura crea un diálogo muy bonito”, apunta Cruz.

Los autores implicaron a creadores locales para la realización del pabellón. Así, el artesano Fran Millán, que trabaja con madera reutilizada de las bateas a través de Frouma realizará el montaje de la estructura con vigas de eucalipto ya erosionadas por el mar. El proveedor será el aserradero Hijos de Vicente Suárez. La diseñadora Amalia Puga, que trabaja con las rederas Atalaia de A Guarda, aportará las redes.

El anunciado traslado de la estructura a la Praia do Cocho (junto al Museo do Mar), aún está por concretar. “Propusimos darle una segunda vida, llevándolo al mar para actividades lúdicas, dependemos del permiso del gobierno local”.

El festival, organizado por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, en colaboración con el Concello, celebra su tercera edición en Vigo y en San Fernando. Está dirigido a arquitectos menores de 45 años. “Es itinerante para tejer una red de ciudades, poniendo de relevancia el espacio público; el Concello de Vigo fue una de las diez aspirantes a acoger el festival y desde el jurado consideraron que cumplía los requisitos”, afirma Javier Peña, director del festival.

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