Un vehículo sin conductor acabó este martes empotrado contra una parada de autobús en la calle Venezuela, en medio de la acera, golpeando algunas mesas de la terraza de una cafetería y llevándose por delante incluso un carrito de un repartidor, sin que se produjeran heridos. Los hechos tuvieron lugar sobre las 10 de la mañana a la altura del número 45, cuando, según testigos, un coche que estaba en la acera de enfrente comenzó a moverse desplazándose a la deriva.
Hasta el lugar se desplazaron efectivos de la Policía Local y del equipo de atestados, así como sanitarios aunque, por fortuna, nadie requirió traslado hospitalario ni atención sanitaria. “Fue un milagro”, comentaban varias personas que pasaban por allí en ese momento. “De haber gente en la parada del autobús o la terraza llena podía haber sido algo muy grave”, explicaba un trabajador de un negocio cercano quien se lamentaba de que “no es la primera vez que ocurre algo así y algún día va a pasar una tragedia”.
De hecho, en menos de una década se han contabilizado hasta ocho siniestros similares en el mismo tramo de Venezuela, afectado por una inclinación que dirige a los coches, cuando hay algún fallo o problema, hacia la acera. Aunque se desconocían las causas por las que el vehículo perdió el control, las primeras hipótesis apuntaban a que pudo haber un fallo en el freno de mano.
“Los coches estacionan un momento para ir al banco que está al otro lado de la calle o para hacer recados y si no se pone bien el freno de mano, acaban por la inclinación en la acera”.
Los sanitarios del 061 se interesaron por las personas que se encontraban en la terraza o los que pasaban por allí en ese momento, pero todos aseguraron estar bien, “fue más el susto, ha sido un milagro”.
El peraltado de esta calle parece ser la causa de estos incidentes. “Hoy voy a comprar La Primitiva”, comentaba otra testigo, después de haberse librado de ser arrollada por el coche, que en su impacto llegó a mover el poste informativo de la parada de autobús.
