Pintura y escultura se aúnan para llevar el espíritu del mar y el agua al mundo del arte. Ayer, dos artistas, Amelia Palacios, con sus cuadros, y Ch Sueiro, con sus instalaciones muestran la atmósfera, las huellas y la sensación del océano en sus creaciones.
“O murmurio da auga”, Palacios reúne series de pinturas recientes, donde el líquido elemento es “el nexo, el punto de encuentro”, que como la propia autora señala, “está presente en gran parte de mi producción”. Las marinas, el entorno del río Lérez, pero sobre todo el agua en forma de bruma, niebla, cielos densas y cargadas. En su técnica, con veladuras y capas superpuestas de pintura, también alude al agua diluida como forma de trabajo. Para la artista, los efectos del agua en su obra son difíciles de controlar: “Deja lugar a la sorpresa, descubre nuevos caminos; con sus infinitas posibilidades y esa libertad me impide caer en la obsesión de describir fielmente una escena, no alejarme de la poesía y escuchar el murmullo”.
“Alma madeira mar” es la propuesta de Ch Sueiro que acompaña a los cuadros de Palacios. Creadas a base de “crebas” (material que devuelve el mar a la playa), las envuelve un carácter surrealista. “Puede ser una escena, puede ser una cara, un paisaje, me inspira cualquier cosa; es mi forma de entender el mundo, aquello que pienso, que veo y que siento”. El 1 de junio, la artista ofrecerá un taller creativo para adultos bajo el título “Mar da forma”, para 12 plazas (inscripciones en [email protected]).
La hija de Sueiro, Mónica, y Marta Pérez completaron la inauguración con el performance “Corpo salgado” con el sonido del mar, junto a un juego de imágenes y voces. “Hay un momento creativo en el que la artista y la materia se unen”, apuntó Mónica Sueiro.
“El mar gallego es vida y es arte, tal y como se puede ver en las propuestas que nos hacen estas dos creadoras, un ejemplo del talento de la provincia y de la revolución artística y cultural que protagonizan las mujeres”, concluyó la presidenta de la Deputación, Carmela Silva.
