BALONCESTO EN SILLA

Estados Unidos aún cae muy lejos

Nada que objetar a la victoria de Estados Unidos. Nada, o poco, que reprochar a la derrota de España. La semifinal entre las dos selecciones finalistas en Río 2016 cayó del lado estadounidense con contundencia, sin margen alguno para la sorpresa. El combinado español, en el que el vigués Agustín Alejos volvió a quedarse sin minutos de juego, se desfondó en el segundo cuarto y un parcial de 8-24 acabó con la emoción y lo envió a la pelea por el bronce, la próxima madrugada, contra Gran Bretaña.

Porque el plan A  de España duró lo que duró. Y no hubo más. El cinco  ideal de Óscar Trigo estuvo en pista todo el primer cuarto y la mitad del segundo. Un sobreesfuerzo ante una Estados Unidos con capacidad para tirar del banquillo y disponer de varios líderes anotadores, además de realizar un despliegue físico en defensa de primer orden.  Es decir, que la selección española estuvo en partido mientras  aguantó de pie en la ola buena: defensa intensa, con el dúo Stix-Manu  Lorenzo dando una clase de bloqueos y ‘man-out', y búsqueda de la pintura en ataque aprovechando la mayor altura de sus puntos altos, con Alejandro Zarzuela de referente.  

Fueron minutos de entusiasmo en los que Asier García se limitaba a dirigir porque sus puntos no hacían falta. Además,  el perímetro de Estados Unidos no funcionaba y su circulación se veía bloqueada por la defensa española. La ola llevó a España a, incluso, estar por delante y a aguantar perfectamente el tirón, con un 14-15 al final de los primeros 10 minutos. Para entonces, los estadounidenses ya habían tirado de Matt Scott, cuya capacidad para mover la silla tanto en las contras como en las rupturas hacia canasta marcó un antes y un después en el partido. 

El segundo cuarto bajó a la selección de la ola.  Estados Unidos asedió en defensa, con muchas manos y un contacto entre sillas constante, especialmente con Asier García, que muy pronto se cargó de faltas, la tercera señalada en ataque intentando sobrepasar la presión rival.  Por entonces, del 14-15 se había pasado a un 18-30 contundente. A los estadounidenses ya les entraban los triples y hacían daño anotando tras cada robo. Amadou y Mouriz aparecieron por pista pero ya como recurso contra la avalancha, más que con convencimiento. Un 28-42 en el arranque del tercer cuarto fue lo más cerca que volvió a estar el partido de renacer. No hubo manera. Trigo acabó repartiendo minutos pero  se olvidó de Alejos.
photo_camera Nada que objetar a la victoria de Estados Unidos. Nada, o poco, que reprochar a la derrota de España. La semifinal entre las dos selecciones finalistas en Río 2016 cayó del lado estadounidense con contundencia, sin margen alguno para la sorpresa. El combinado español, en el que el vigués Agustín Alejos volvió a quedarse sin minutos de juego, se desfondó en el segundo cuarto y un parcial de 8-24 acabó con la emoción y lo envió a la pelea por el bronce, la próxima madrugada, contra Gran Bretaña. Porque el plan A de España duró lo que duró. Y no hubo más. El cinco ideal de Óscar Trigo estuvo en pista todo el primer cuarto y la mitad del segundo. Un sobreesfuerzo ante una Estados Unidos con capacidad para tirar del banquillo y disponer de varios líderes anotadores, además de realizar un despliegue físico en defensa de primer orden. Es decir, que la selección española estuvo en partido mientras aguantó de pie en la ola buena: defensa intensa, con el dúo Stix-Manu Lorenzo dando una clase de bloqueos y ‘man-out', y búsqueda de la pintura en ataque aprovechando la mayor altura de sus puntos altos, con Alejandro Zarzuela de referente. Fueron minutos de entusiasmo en los que Asier García se limitaba a dirigir porque sus puntos no hacían falta. Además, el perímetro de Estados Unidos no funcionaba y su circulación se veía bloqueada por la defensa española. La ola llevó a España a, incluso, estar por delante y a aguantar perfectamente el tirón, con un 14-15 al final de los primeros 10 minutos. Para entonces, los estadounidenses ya habían tirado de Matt Scott, cuya capacidad para mover la silla tanto en las contras como en las rupturas hacia canasta marcó un antes y un después en el partido. El segundo cuarto bajó a la selección de la ola. Estados Unidos asedió en defensa, con muchas manos y un contacto entre sillas constante, especialmente con Asier García, que muy pronto se cargó de faltas, la tercera señalada en ataque intentando sobrepasar la presión rival. Por entonces, del 14-15 se había pasado a un 18-30 contundente. A los estadounidenses ya les entraban los triples y hacían daño anotando tras cada robo. Amadou y Mouriz aparecieron por pista pero ya como recurso contra la avalancha, más que con convencimiento. Un 28-42 en el arranque del tercer cuarto fue lo más cerca que volvió a estar el partido de renacer. No hubo manera. Trigo acabó repartiendo minutos pero se olvidó de Alejos.
España, sin Alejos, perdió con claridad ante Estados Unidos y buscará el bronce contra Gran Bretaña (3:00)

Nada que objetar a la victoria de Estados Unidos. Nada, o poco, que reprochar a la derrota de España. La semifinal entre las dos selecciones finalistas en Río 2016 cayó del lado estadounidense con contundencia, sin margen alguno para la sorpresa. El combinado español, en el que el vigués Agustín Alejos volvió a quedarse sin minutos de juego, se desfondó en el segundo cuarto y un parcial de 8-24 acabó con la emoción y lo envió a la pelea por el bronce, la próxima madrugada, contra Gran Bretaña.

Porque el plan A  de España duró lo que duró. Y no hubo más. El cinco  ideal de Óscar Trigo estuvo en pista todo el primer cuarto y la mitad del segundo. Un sobreesfuerzo ante una Estados Unidos con capacidad para tirar del banquillo y disponer de varios líderes anotadores, además de realizar un despliegue físico en defensa de primer orden.  Es decir, que la selección española estuvo en partido mientras  aguantó de pie en la ola buena: defensa intensa, con el dúo Stix-Manu  Lorenzo dando una clase de bloqueos y ‘man-out', y búsqueda de la pintura en ataque aprovechando la mayor altura de sus puntos altos, con Alejandro Zarzuela de referente.  

Fueron minutos de entusiasmo en los que Asier García se limitaba a dirigir porque sus puntos no hacían falta. Además,  el perímetro de Estados Unidos no funcionaba y su circulación se veía bloqueada por la defensa española. La ola llevó a España a, incluso, estar por delante y a aguantar perfectamente el tirón, con un 14-15 al final de los primeros 10 minutos. Para entonces, los estadounidenses ya habían tirado de Matt Scott, cuya capacidad para mover la silla tanto en las contras como en las rupturas hacia canasta marcó un antes y un después en el partido. 

El segundo cuarto bajó a la selección de la ola.  Estados Unidos asedió en defensa, con muchas manos y un contacto entre sillas constante, especialmente con Asier García, que muy pronto se cargó de faltas, la tercera señalada en ataque intentando sobrepasar la presión rival.  Por entonces, del 14-15 se había pasado a un 18-30 contundente. A los estadounidenses ya les entraban los triples y hacían daño anotando tras cada robo. Amadou y Mouriz aparecieron por pista pero ya como recurso contra la avalancha, más que con convencimiento. Un 28-42 en el arranque del tercer cuarto fue lo más cerca que volvió a estar el partido de renacer. No hubo manera. Trigo acabó repartiendo minutos pero  se olvidó de Alejos.

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