El futuro del comercio de proximidad y local pasa por la capacidad de estos establecimientos de realizar de manera efectiva su transformación digital, algo que desde hace muchos años ha estado desarrollándose poco a poco y que tras la pandemia se ha convertido en un salto imprescindible en un corto o medio plazo.
Entre los movimientos imprescindibles para conseguir la sostenibilidad y desarrollo económico de las pequeñas empresas está el poner en marcha un buen plan de posicionamiento SEO. Actualmente, con la transformación digital las empresas pueden conseguir una gran visibilidad, pero también deben realizar un buen trabajo de SEO, un conjunto de acciones orientadas a mejorar el posicionamiento del comercio en la lista de resultados de Google, Bing y otros buscadores de internet.
Estas estrategias permiten enfocar la oferta al cliente y diferenciarse de la competencia. Además, la digitalización y un enfoque correcto del uso de las redes sociales y de las herramientas de promoción virtuales también puede mejorar la experiencia de compra de los clientes, ya que estos podrán utilizar diferentes dispositivos para acceder a la oferta de productos, desde teléfono móviles hasta ordenadores personales.
En algunas ocasiones estos avances también acarrean cambios en la propia imagen del establecimiento y en la forma de organizar el trabajo. La visibilidad es sumamente importante en la época digital, y eso conlleva la integración del logo de la empresa e incluso su espacio físico a las necesidades de los clientes digitales, sin contar además de la infraestructura logística necesaria para poder poner en marcha servicios como la venta online. Desde que las redes sociales influyen directamente en el consumo, los factores que impactan en los rankings de búsqueda pasan a ser prioritarios para el comercio. Las empresas deben generar tráfico web de calidad antes que buscar los “click” rápidos.
