El neurólogo Emilio Gómez se refiere a la siesta, que es natural y conveniente, si no excede los 20 o 25 minutos. Comentó que es un proceso fisiológico, que en un momento dado (a las tres o cuatro de la tarde) y por determinados cambios de la temperatura, el cuerpo pide dormir, pero ese “pedir dormir no debe llegar a la media hora, porque estaríamos quitando horas al sueño nocturno”.
Contrariamente a lo que se piensa, Gómez afirmó que en España muy poca gente hace siesta, ya que dominan los horarios laborales continuados y es imposible atender a ese proceso fisiológico. También recordó que España está a la cola de Europa con las horas de sueño con 7,2 horas al día, por delante de Italia (7,1) y con una media europea de 7,6 horas.
Si bien admitió que siete horas puede parecer un sueño razonable, hay mucha gente que durmiendo esas horas no está en condiciones de afrontar el día, ya que están cansados, irascibles y con poca concentración.