El vigués acabó decimonoveno la séptima etapa y estuvo con los mejores en varios tramos
El vigués Ricardo Ramilo y su copiloto, Xavier Blanco (Buggy Masters Team-Rodamoto), brillaron ayer en la séptima etapa del Dakar, la denominada etapa maratón, al terminar en la decimonovena plaza y rodar en algunos tramos en tiempos similares a los de los pilotos que luchan por la general en la categoría SSV.
La prueba parcial, disputada sobre 737 kilómetros, 471 de ellos cronometrados, entre las localidades saudíes de Ha'il y Sakaka, tenía como peculiaridad que los pilotos no podían contar con asistencias, por lo que cualquier avería que tuvieran debían solucionarla por ellos mismos, sin ayuda de los mecánicos.
Ramilo no empezó bien la etapa, pero al final firmó un tiempo de 6 horas, 20 minutos y 23 segundos y quedó a poco más de una hora del ganador, que en su categoría fue el chileno Francisco López (5h15:34).
"Hicimos una etapa muy bonita, la verdad, porque estuvimos entre los mejores en varios parciales. En el primero lo estropeé todo porque había demasiados baches de arena y me dediqué a saltar como una cabra. Rompimos un trapecio y también la barra estabilizadora de la rueda derecha. Sin esto, hicimos la etapa completa con una sensación como de estar pinchados, porque la barra estabilizadora hace que eso no suceda. Mañana (por hoy) volveremos a intentarlo", explicó el piloto vigués al término de la dura etapa maratón, tras la que recordó que "en este campamento estamos todos sin mecánicos y reparando los vehículos. Los de coches, lo pueden hacer entre dos, el piloto y el copiloto, y los de motos, ellos solos".
Tras la etapa de ayer, Ricardo Ramilo marcha en el puesto 27º de la clasificación general de vehículos ligeros, a más de diez horas del líder, el polaco Aron Domzala.
Hoy se disputa la octava etapa del Dakar, de 709 kilómetros, 375 de ellos cronometrados, entre las localidades de Sakaka y Neom. n
La prueba parcial, disputada sobre 737 kilómetros, 471 de ellos cronometrados, entre las localidades saudíes de Ha'il y Sakaka, tenía como peculiaridad que los pilotos no podían contar con asistencias, por lo que cualquier avería que tuvieran debían solucionarla por ellos mismos, sin ayuda de los mecánicos.
Ramilo no empezó bien la etapa, pero al final firmó un tiempo de 6 horas, 20 minutos y 23 segundos y quedó a poco más de una hora del ganador, que en su categoría fue el chileno Francisco López (5h15:34).
"Hicimos una etapa muy bonita, la verdad, porque estuvimos entre los mejores en varios parciales. En el primero lo estropeé todo porque había demasiados baches de arena y me dediqué a saltar como una cabra. Rompimos un trapecio y también la barra estabilizadora de la rueda derecha. Sin esto, hicimos la etapa completa con una sensación como de estar pinchados, porque la barra estabilizadora hace que eso no suceda. Mañana (por hoy) volveremos a intentarlo", explicó el piloto vigués al término de la dura etapa maratón, tras la que recordó que "en este campamento estamos todos sin mecánicos y reparando los vehículos. Los de coches, lo pueden hacer entre dos, el piloto y el copiloto, y los de motos, ellos solos".
Tras la etapa de ayer, Ricardo Ramilo marcha en el puesto 27º de la clasificación general de vehículos ligeros, a más de diez horas del líder, el polaco Aron Domzala.
Hoy se disputa la octava etapa del Dakar, de 709 kilómetros, 375 de ellos cronometrados, entre las localidades de Sakaka y Neom. n
