Un intento de boicot y un atropello, los únicos borrones

accidente rally
photo_camera accidente rally
Los dos sucesos no ocultaron la gran acogida de los aficionados a la cita viguesa

Toda competición automovilística conlleva un grado de riesgo. En plena pandemia, a la seguridad vial se une la sanitaria para poder completar un evento que ayer vivió una 54 edición peculiar, como todo lo que sucede en estos meses. Las medidas fueron acordes con la exigencia, pero los accidentes suceden.  La mala suerte provocó que uno de los vehículos participantes se quedase sin frenos en una de las curvas cerradas del tramo 6, entre  Vigo y Nigrán a primera hora de la tarde, saliendo por la zona de escape -en principio, prohibida para que el público se asentase- y llevándose por delante a una espectadora.

El lógico susto dejó paso a la reacción de las medidas de seguridad. Una vez conocido el accidente, se envió la ambulancia para trasladar a la persona herida hasta el hospital Álvaro Cunqueiro. Una primera valoración médica in situ descartó cualquier peligro vital pero dejó en el aire la posibilidad de alguna fractura de importancia a la altura de la cadera. Desde la organización, a cargo de la escudería Rías Baixas, se estaba anoche pendiente de su evolución.

De madrugada

Fue el detalle triste de una jornada que, por lo demás, transcurrió si demasiados problemas. Eso sí, de madrugada, la organización y las fuerzas del orden tuvieron que intervenir en el tramo Gondomar-Porriño después de que, según denunció la escudería, alguien vertiese aceite sobre la calzada. La rápida intervención permitió que los vehículos pudiesen transitar en las tres pasadas que tuvo dicho trayecto.

 El Rally Rías Baixas cerró la 54 edición habiendo despertado, un año más, el interés de la afición gallega. Que ya queda pendiente del año que viene.

Te puede interesar