Del césped al asfalto

Sindo sonríe, pulgares arriba, junto al podio de la Vigo+11 con la satisfacción de haber terminado su primera carrera tras una vida de fútbol.
photo_camera Sindo sonríe, pulgares arriba, junto al podio de la Vigo+11 con la satisfacción de haber terminado su primera carrera tras una vida de fútbol.
Sindo González, canterano del Celta con 12 años de fútbol, corrió su primera carrera en la Vigo+11 -la 5K-, que completó con 66 años, una prótesis en la rodilla y un stent en el corazón

La esencia del deporte es la de competir para ganar. Normalmente a otros. Pero también, aunque se olvide a menudo, a uno mismo. Detrás de una carrera como la Vigo+11 hay muchas historias lejanas a los primeros puestos. Pero igual de satisfactorias para sus protagonistas. Por eso, cuando Sindo González atravesó la meta de la 5K junto a su yerno Iván, su alegría era la de cualquier vencedor. Con 66 años, una prótesis en la rodilla y un stent en el corazón debido a un infarto hace seis años, afrontó y superó su primera carrera popular con un solo entrenamiento encima. “No está mal, ¿no?”, bromeaba en meta.

El caso es que la lucha en el deporte no es nada nuevo para Sindo. Canterano del Celta, hizo varias pretemporadas con el primer equipo a principios de los 80. Pero las puertas se le cerraron y tuvo que encadenar cesiones en Jaén, Lleida o Palma. Se buscó el pan fuera. “De niño veía a ídolos como Manolo, Castro o Juan y acabé compartiendo vestuario con ellos. Fue lo máximo”, recuerda con una alegría que se torna en resignación. “Tenía la ilusión de triunfar con la camiseta del Celta, pero no pudo ser. La vida es así”, suspira. 

Pero 12 años como profesional no son moco de pavo. “Estoy orgulloso”, reconoce. Sindo terminó en el Juvenil de Ponteareas y de ahí pasó al Concello de la localidad, donde ejerció como funcionario durante 30 años. “Vivir de lo que amas es lo más bonito que hay. Dejar el fútbol fue difícil, pero estoy muy contento y agradecido por mi trabajo hasta ahora que me jubilé, que estoy encantado”, comenta con una sonrisa. Durante todo ese tiempo, siguió en contacto con el fútbol y con el Celta en veteranos y en indoor. 

El deporte ha sido y es la vida de Sindo. Por eso, este salto a las carreras, aunque sea tardío, parecía inevitable. “Se lo prometí a mi hijo, que corre”, explica. Y así lo hizo. Su yerno le hizo de liebre y con un ritmo constante completaron el exigente trazado. “Costó un poco la subida por Gran Vía, pero al bajar ya recuperamos”, confiesa. “El tiempo es lo de menos”, bromea el vigués, que continúa jugando al fútbol, en este caso a pie, y avisa: “Seguiremos en la brecha hasta que se pueda”.

Y, aunque novel en las carreras populares, no duda en identificar el mayor cambio con respecto al deporte de su vida. “La gran diferencia es que en el atletismo dependes de ti mismo. Estás solo. Si tú no funcionas, esto no va. Y en el fútbol cuentas con diez compañeros que te pueden ayudar”, sostiene con tranquilidad. 

Y desde esa paz, Sindo sonríe junto al podio de la Vigo+11. No se subió a él, ni falta que hizo. Ya había ganado. “Me divierto y disfruto”, comenta, mientras da gracias de tener a su padre, de 91 años, y a sus dos nietas, a las que adora. Son las victorias del día a día del deporte. Del día a día de la vida.

“Sufro por la falta de oportunidades a la cantera porque a mí también me pasó”

Como cualquier celtista, Sindo González lleva regular el delicado momento por el que atraviesa el equipo céltico, que hoy visita al Rayo Vallecano (21:00, Gol). Pero su malestar no se queda ahí. Como canterano celeste, enarbola la bandera de A Madroa y reclama mayor presencia de jugadores de la casa en el primer equipo. “Hay futbolistas con condiciones para dar el salto y estoy seguro de que lo pueden hacer igual que muchos de los fichajes de fuera. Pero estos chicos no tienen la oportunidad que se merecen y yo lo sufro mucho porque a mí también me pasó”, resume el veterano vigués, que, como casos actuales como los de Carreira y Fontán, tuvo que encadenar cesiones fuera tras quedarse a las puertas en varias pretemporadas y amistosos. Con todo y, precisamente porque es un amante de la base, recuerda que “el fútbol es muy complicado” y aconseja a "muchos padres que no se equivoquen y dejen disfrutar a los niños” en edad formativa. "Si luego salen jugadores, fenomenal. Lo que tenga que llegar, llegará", concluye,

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