La algarabía de la montaña rusa

Un grupo de corredores, durante el transcurso de la prueba por las calles de Vigo, algunos con la camiseta de + Deporte Atlántico.
photo_camera Un grupo de corredores, durante el transcurso de la prueba por las calles de Vigo, algunos con la camiseta de + Deporte Atlántico.
Gran éxito de la carrera Vigo +11 impulsada por +Deporte Atlántico, con medio millar de corredores por Coia y Gran Vía. Carlos Enrique Gutiérrez y Noemí Álvarez se alzaron con el triunfo

Quien ama correr disfruta del asfalto, del tartán o del barro. Del llano, de las subidas, de las bajadas. En línea o en círculos. No importa. Se disfruta. Por eso, la multitud de caras que atravesaron ayer la meta de la Vigo+11 mezclaban la satisfacción de haberlo conseguido con el sufrimiento de haberlo conseguido. Ambas sensaciones cupieron en el estreno de la carrera en Coia, celebrada dentro del programa +Deporte Atlántico, con un trazado duro, sin un solo metro en llano. Porque si se habla de felicidad, a quién no le gusta una buena montaña rusa. Fueron 549 deportistas -332 adultos- los que concluyeron las distintas pruebas en una mañana con tregua de lluvia. La cita fue también el cierre de la RunRun Vigo. Sus gobernantes, Carlos Enrique Gutiérrez (30:39) y Noemí Álvarez (38:47), ya con el cetro bajo el brazo, festejaron el título global con un nuevo entorchado particular. La mejor manera de celebrar. Dani Bargiela (30:56) y Jesús Fernández (31:09) completaron el podio masculino y Ana Pérez (39:03) y Rocío Rodríguez (39:06) el femenino. En la distancia corta, de cinco kilómetros, Anxo Otero (15:32) y Julia Sampedro (19:09) volaron a toda velocidad para superar a Darío Arias (15:54) y a Germán Montoto (15:58) y a Paula Román (20:45) y Lucía Llorente (20:53), respectivamente.

 

Fue una lucha contra el desnivel, pero no contra el clima. La ausencia de lluvia ayudó, los agradables 16 grados lo mejoraron y el suave viento de cola en el tramo de subida de Gran Vía dio alas. Y aún así, fue duro. En ningún momento los rieles de la montaña rusa conocieron el llano. Si acaso en el paso por Praza América y por la rotonda del barco de Alfageme. Y gracias. El resto, bajar Castelao, subir Gran Vía, volver por ella y encarar la subida del túnel bajo la puerta del Atlántico, Coia arriba. El público se agolpó a lo largo del recorrido para dar ánimos y especialmente en la Praza da Tellada, inicio y fin del trayecto de la montaña rusa.

El futuro está garantizado

Y si alguien disfruta de este tipo de atracciones son los niños. Por eso, hay que destacar la exponencial subida de la participación. De los 58 que corrieron el año pasado a los 217 de ayer. El entorno de la plaza de Coia acogió carreras con una longitud adaptada a las diferentes edades, que fueron desde los 16 a los 4 años. Todos felices en la montaña rusa.

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