Malena Valles: “Como se viven los derbis en Galicia, no se viven en otro sitio”

Malena Valles, del Porriño, acudió al set de Atlántico.
photo_camera Malena Valles, del Porriño, acudió al set de Atlántico.
Una actuación clave de Malena Valles, jugadora del Porriño, sirvió para la victoria local para una jugadora que vive su segunda campaña en el club louriñés

Malena Valles (Madrid, 23 años) anotó siete goles (6 de siete metros sin error) en el derbi gallego entre el Porriño y el Guardés. Una actuación clave para la victoria local para una jugadora que vive su segunda campaña en el club louriñés. “Estoy contentísima”, explica sobre su día a día. 

 

 

¿Cómo vivió  la victoria en el derbi ante el Guardés?

Era un partido muy especial. Todos los derbis son partidos especiales. Por nuestra parte, teníamos que intentar que no se convirtiera en demasiado especial. Intentar que fuera uno más en el que sacar los dos puntos si queremos estar metidas en el grupo de arriba. Es un lujo poder jugar un partido así de lleno y con la organización que llevó adelante todo el club. Pudimos disfrutarlo y llevarnos los puntos.

 

Es su segunda temporada en el Porriño, ¿le sorprendió el ambiente? 

Como se viven los derbis aquí en Galicia no se viven en otro sitio. Ya lo vivimos en pretemporada con la Copa Galicia y ahí ya se huele el ambiente que viene después en liga.

 

Llegaron perdiendo por cinco al descanso.

El resultado reflejaba lo vivido porque el Guardés nos hizo mucho daño en la primera parte. Tenía claro el plan de partido y supo hacernos daño. Aún así, en ese descanso, a pesar de ir cinco abajo, noté tranquilidad en el grupo y sabiendo que, en el momento que pudiéramos corregir algunos aspectos en la defensa, el ataque iba a ir mejor. Y así pasó en la segunda parte.

 

Encajan esos cinco goles, uno en la primera jugada de la reanudación, y después están 14 sin recibir ningún tanto.  

La clave estuvo en que Cecilia Cacheda nos estaba haciendo mucho daño en el uno para uno. Isma Martínez -entrenador del Porriño- acertó situando ahí a Aitana Santomé, que es una grandísima defensora. La clave fue esa defensa, en la que salimos más intensas y, después, la portería ayudó en los momentos en los que la defensa no pudo.

 

Siete goles sin error en los siete metros, ¿nota la presión?

Es algo que entrenamos y tampoco vamos con presión. Si fallo algún siete metros, no pasa nada porque hay muchas compañeras en el equipo que también lo lanzan de forma increíble. Si una falla, va a estar la siguiente compañera para meterlo. Salió bien contra el Guardés.

 

¿Cómo vio el partido desde su puesto de central?

Fue un partido muy físico. A lo mejor, no tanto de nivel de contactos, pero sí de ritmo de partido. El Guardés corre muchísimo en todas las acciones y, por eso, fue un encuentro duro en ese aspecto. Tuvimos que replegar muy bien y, también, hacer rápido nuestras transiciones. Parte de la clave en la segunda mitad fue hacer daño en la segunda oleada del contragolpe.

 

¿Cómo se encuentra en el Porriño?

Vine desde el Aula Cultural de Valladolid en la que fue mi primera temporada en División de Honor y ahí no tuve muchos minutos. Por eso agradecí mucho al Porriño que confiase en mí y me llamase para llevar este proyecto adelante. El año pasado fue una grandísima temporada. Me sentí muy cómoda desde el principio, tanto en el tipo de juego como con el entrenador. Y, además, estoy contentísima con el grupo que tenemos formado, que este año se ha mantenido, con el pueblo y con la gente que rodea al club.

 

Precisamente, al llegar, Isma Martínez ya le transmitió que iba a ser importante.

Conocía a gente del club porque en mi etapa en las categorías inferiores del San Sebastián de los Reyes me enfrenté en varias ocasiones al Porriño en la generación que estaba Aitana Santomé, con la que comparto ahora equipo. Ellos ya me conocían bien y me transmitieron mucha confianza desde el principio. En los entrenamientos, fui adquiriendo mucha seguridad, a lo que me ayudaron mucho las compañeras. Que un club con las aspiraciones que tenía el Porriño, que quería hacer un bloque fuerte para estar arriba me llamese, fue algo muy ilusionante.

 

Estan quintas y abrieron hueco sobre el Guardés, que es sexto, ¿cuál es el objetivo?

Creo que tenemos equipo para pelear con los equipos fuertes de arriba. No hay que conformarse con quedarnos a mitad de tabla. El partido ante el Guardés era importante para eso y ahora todavía tenemos uno aplazado. Sacarlo adelante será clave para irnos al parón con dos puntos más y la sensación de que podemos engancharnos a ese grupo.

 

Mantuvieron la plantilla y llegaron dos refuerzos, ¿el equipo da un paso adelante por profundidad de plantilla? 

Creo que sí. Sabíamos que la pasada temporada nos quedamos a las puertas de entrar en Europa y si la aspiración es hacerlo, había que aumentar la plantilla. En partidos como en el derbi, vimos que nos dio rédito. Igual la campaña pasada nos faltó algo de aire y las incorporaciones de esta temporada fueron acertadas. Nos están dando mucho al equipo.

 

¿Cómo es estudiar a distancia?

No es sencillo porque hay que organizarse y llevar las tareas por tu cuenta. En mi caso, solo puedo ir a los exámenes finales. No puedo ir a clase porque tengo la universidad en Madrid. También es cierto que el club lo sabe y, cuando hay que desplazarse, todo son facilidades. Estoy muy contenta y, también, con muchas ganas de terminar. En mi caso, me mudé cuando ya estaba a mitad de estudios. En Valladolid podía ir más porque estaba a mitad de camino y, al recalar en el Porriño, ya me quedaba poco del grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. 

 

¿Cómo es Isma Martínez como entrenador? 

Es muy trabajador, lo tiene todo muy preparado. Además, se preocupa mucho por las jugadoras, por su estado de ánimo y por su estado físico. En un equipo joven como el nuestro, creo que hacerlo así es algo clave. Isma Martínez es el mejor entrenador que podemos tener. 

 

¿Cómo de adaptó al ritmo del Porriño, que tiende a jugar ataques largos?

Cuando Isma contó conmigo, una de las cosas que me dijo y por la que me quería era que podía dar más ritmo a la hora de subir el balón. Es cierto que esta temporada estamos siendo un equipo poco goleador. No estamos acertadas, pero seguimos con confianza y creo que lo mejoraremos porque el ataque está siendo bueno, con opciones claras. Es más de acertar. Aún así, también jugamos posicional, que me gusta, con un ritmo de balón alto y mucho intercambio de posiciones. Creo que es atractivo para el público. 

 

Como central, ¿valora más el número de goles del colectivo?

Si tengo la oportunidad, también tengo que mirar a portería y tirar del carro. Pero todas queremos que el equipo vaya para arriba y ganar. Si un día tiene que meter una compañera diez y la otra cero, no hay problema. Si al siguiente nos toca cinco y cinco, de lujo. Creo que ninguna está obsesionada con el gol. Y, desde mi posición, tengo que conocer bien a todas. Tenemos sesiones de pista en pretemporada que son clave para aprovechar en ese sentido. Hay que hablar con las compañeras y saber lo que les viene mejor. Me siento muy cómoda con mis compañeras y trato de adaptarme lo mejor posible a cada una para que el juego colectivo sea de nivel alto. 

 

Con su 1,60 de estatura, ¿cómo se va adaptando a defensas que, cada vez, son más altas?

Creo que la altura no es tan determinante en el balonmano. Hay grandísimas jugadoras, y también jugadores que, sin tener gran altura o físico, están ahí arriba. En mi puesto no me frena nada. Creo que tengo un uno para uno bueno y que puedo tener cierto lanzamiento a media distancia. Al final, la altura creo que no me condiciona y no me preocupa.

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