Balonmano | División de Honor

Porriño y Guardés, una década en las alturas

Pauli Fernández cierra el paso a Maider Barros en el derbi del año pasado disputado en Porriño.
photo_camera Pauli Fernández cierra el paso a Maider Barros en el derbi del año pasado disputado en Porriño.

Porriño y Guardés protagonizan hoy una nueva edición de un derbi que representa a Galicia en la élite del balonmano español desde hace más de diez años (12:00, TVG2)

Es muy complicado encontrar una competición liguera de máxima categoría que tenga en la actualidad un derbi gallego tan prolongado ininterrumpidamente como el que el Conservas Orbe Rubensa Porriño y el Mecalia Atlético Guardés vuelven a reeditar este mediodía en el Municipal louriñés (12:00, TVG2) tras más de una década seguida en División de Honor. Ni el fútbol, ni el baloncesto ni el balonmano masculino celebran sus duelos de rivalidad desde hace tanto tiempo sin pausas. O ‘derbi das nosas’ es, pues, una referencia en Galicia.

Podría parecer fácil. No lo es. Que dos localidades como Porriño o A Guarda peleen contra ciudades como Donostia, Málaga, Valladolid o Elche nunca se pondera lo suficiente. A veces, incluso ganándoles -el cuadro miñoto fue campeón de Liga en 2017-. Detrás, aficiones fieles y animosas. También una legión de jóvenes deportistas que comprueban cómo pueden llegar a ser mujeres profesionales y competitivas el día de mañana porque las jugadoras de ambos equipos lo están siendo hoy y lo llevan siendo más de diez años. Ejemplar. Por eso, el partido de este mediodía encierra muchas cosas más que una rivalidad.

Que la hay. El encuentro es muy especial para ambas plantillas y se deja notar durante la semana. Incluso ésta, en la que ambos equipos debieron competir el miércoles. El Porriño ganó en Elda y el Guardés perdió en el último suspiro contra Málaga en A Sangriña. Esta es la diferencia entre los dos en la tabla. Las de A Louriña son quintas, con dos puntos más que las de O Baixo Miño, sextas.

Isma Martínez afronta el partido con un plantel bastante recuperado del cuadro de bajas que afectó al inicio de curso. Cristina Cabeza, por su parte, dispone de todos sus efectivos a excepción de las ya consabidas bajas de Júlia Nuez y Nerea Solares.

Este derbi, como todos, tiene su propia intrahistoria. Ceci Cacheda, canterana del Porriño, vuelve a casa con la camiseta del eterno rival. También Estela Carrera, que regresó al Guardés tras tres años en el cuadro rojo. En la parte opuesta están ex del Mecalia como la internacional Paulina Buforn o Inés Hernández. También la joven viguesa Aroa Fernández, que vivió su etapa juvenil a orillas del Miño y en su salto a sénior se ha mudado a la ribera del Louro. Si es que todo queda en casa.

En cuanto a los antecedentes, el inmediatamente anterior favorece al Mecalia. Hace un par de meses, se llevó la Supercopa Galicia en Cangas. El duelo fue la carta de presentación del balonmano veloz que propone Cristina Cabeza. Una fórmula que superó a la escuadra louriñesa pese a que las miñotas sumaban su tercer partido en otros tantos días después de disputar el torneo de pretemporada Summer BAG. Sin embargo, el último choque celebrado en feudo porriñés cayó del lado local. Esa victoria de la temporada pasada puso fin a una racha de imbatibilidad de casi siete años a favor del Guardés, que tratará de iniciar una nueva dinámica positiva este mediodía. Eso a domicilio. Porque en lo que respecta a A Sangriña, el colectivo guardés no pierde desde hace diez años.

Pero eso es una cuestión para la segunda vuelta. Las jugadoras de Isma Martínez saben que, además de la carga moral y la felicidad que supone ganar un derbi, una victoria dejará a un rival directo por la zona europea a cuatro puntos. Una oportunidad de oro para meter tierra de por medio. Sus armas, los ataques corales, el torrente goleador de Casasola y una defensa cada vez más firme. El Mecalia, en el lado opuesto, buscará dos puntos que le permitan no descolgarse. Ni con su máximo rival, ni con la zona europea. La velocidad endiablada, el descomunal talento de Cacheda y el alto nivel de Sempere en la portería son sus argumentos. El del derbi, seguir demostrando que tanto Porriño como Guardés son ejemplos para el deporte y para la mujer en Galicia. Por muchas décadas más.

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