José Ángel Fernández Sedano ‘Cerillo’ (Vigo, 1980) es la cara más reconocible -y director general- del Balonmano Reconquista, entidad que vive su quinta temporada de vida con la ilusión de ver a sus dos equipos sénior peleando por el ascenso a Plata. Desde la base, con agobios económicos para encontrar patrocinadores y solventando la escasez de instalaciones en el día a día, la entidad ya es parte de Vigo y, con los pies en el suelo, sueña con un gran proyecto que devuelva a la ciudad a la élite masculina y la impulse a la femenina.
Después de cuatro años y medio de proyecto. ¿Están satisfechos con el presente?
Estamos muy contentos de cómo están yendo las cosas. Los dos sénior están haciendo una temporada de diez. Los chicos están arriba, jugando muy bien y con resultados por encima de las expectativas. Y las chicas están invictas, haciendo una gran temporada tras jugar el año pasado la fase de ascenso en Palencia. Estamos muy contentos.
Y con un proyecto de club, con categorías base, asentado.
La idea desde el principio fue esa. A lo mejor la gente tenía una percepción equivocada. Siempre generando desde abajo. Pero como siempre he dicho, incluso cuando jugaba, la gente de la base tiene que tener un espejo en el que mirarse arriba. Así, los séniors están asentados y en categorías inferiores estamos generando cada vez más niños. Estamos por encima de los 120 en sólo cuatro temporadas y empezando la primera con sólo 47. Ya podemos hablar de un club asentado dentro de la ciudad y, con el esfuerzo que supone para todos los clubes, con visos de seguir tirando para arriba.
El equipo masculino, por clasificación, es el referente masculino en la ciudad. Estando tanto éste como el femenino en disposición, ¿os planteáis dar ese salto del ascenso?
Intentar los vamos a intentar. Lo estamos intentando cada año. No sé si somos el referente en Vigo porque hay clubs en la ciudad que llevan tiempo haciéndolo muy bien. Esto es cíclico y por momentos puedes estar un poco más arriba o más abajo. Creo que en Vigo debería haber un poco más de unión en nuestro deporte e intentar olvidar las guerras de guerrillas que se generan, que lo único que hacen es debilitar el balonmano de la ciudad y que el talento que tenemos aquí acabe yendo a Pontevedra, Cangas… A otras localidades en las que la referencia está más marcada. Tengo confianza en que eso acabe pasando y que haya un proyecto que aúne a todos. No sé de qué manera, tener un equipo compitiendo en la élite.
¿Un deseo a corto plazo?
No lo sé. Nuestro equipo sénior, de ascender, ya estaría de alguna manera en esa élite. No quiero que suceda, porque Cangas es una plaza que debe estar en Asobal, pero si descendiese el Frigoríficos y nosotros ascendiéramos, ya estaríamos en la misma categoría. Vigo tiene potencial para tener equipos arriba, tanto masculino como femenino, y esperemos que se pueda dar ese paso.
Potencial de jugadores y jugadoras hay. ¿Lo hay también a nivel organizativo?
Nos guste o no hay una parte económica, que hay que cumplir los presupuestos. En deportes como el nuestro, con tanteos continuos y demás, el dinero suele mandar. Si quieres competir en Plata, los gastos son mucho mayores que en Primera Nacional. Conseguir esos presupuestos cada vez cuesta más. Necesitamos conseguir reinventarnos para lograr más dinero privado, que es la clave. Nuestro modelo no es vivir de las subvenciones. De hecho, no lo hacemos y ahora cubren un 30 o un 35% como mucho del presupuesto total del club.
¿Está el Reconquista capacitado para ser ese referente?
Mentiría si digo un sí rotundo. Podemos estarlo y tenemos las herramientas. Pero nos falta estructura para dar ese paso. El deporte cada vez está más profesionalizado y hace falta gente que trabaje dentro de los clubes, porque el voluntariado dura lo que dura. Se agradece, evidentemente. Pero los clubes necesitan una estabilidad y para eso hay que profesionalizarlos, pagar sueldos y tener trabajadores.
Junto al factor económico está el de las instalaciones. ¿Cómo lo están gestionando?
No es fácil para nosotros ni para el resto de clubes. Nosotros jugamos en As Travesas pero ya hemos afrontado más de un partido sin ser en el central. No poseemos las horas de entrenamiento de otras entidades, incluso de la misma categoría, que disponen de pabellones propios. La ocupación de los pabellones es inmensa. Es un hándicap que juega muy en contra de clubes como el nuestro y otros. Porque esa profesionalización de la que hablamos va unida a más entrenamiento y aquí no es el caso. En Travesas, cualquier evento que hay nos desplaza. Tenemos que convivir con estas situaciones. Esperemos que algún día podamos volver a lo que se tuvo hace un tiempo.
A nivel de patrocinios, ¿cómo se encuentran tras cuatro años de proyecto?
Vivimos mucho del patrocinador pequeño y mediano. No tenemos principal. Estamos a la búsqueda. Mentiría si digo que nos vale cualquiera porque no es así. Buscamos algo estable y que encaje con la filosofía del club, como en su día fue Forbe, una academia de formación. Evidentemente, necesitamos un patrocinador principal pero, por suerte, subsistimos con los medianos y pequeños, con los que cubrimos el presupuesto, junto con las instituciones. Nos cuesta pero tenemos margen para conseguir ese espónsor principal que nos haga dar un salto. Estamos trabajando y tenemos alguna cosilla ahí.
Como siempre reiteramos, tener una locomotora como el Celta sería muy positivo.
Creo que sí. En su día estuvo muy cerca de poder darse y no se dio. Es fundamental. No para el Reconquista, para el deporte en general. A los minoritarios, tener un motor como el fútbol, que en España lo ocupa prácticamente todo, es clave. E incluso entiendo que para los clubes de fútbol es beneficioso. Me dirán que las secciones del Barça son deficitarias, pero ni todos los clubs tienen que ser así y hay que ver cómo están gestionadas. Puede ser una herramienta positiva para las entidades de esos otros deportes minoritarios entendiendo que no pueden ser deficitarias. Si ahora el Reconquista no genera déficit, por qué dentro de otra institución tiene que serlo. Para una ciudad como Vigo, que ahora está reactivando ese celtismo, sería algo muy muy positivo.
Ya por último, el Europeo acaba de comenzar. ¿Cómo lo ve para España?
Como siempre, muy difícil. Los Europeos siempre lo son. Cuando a alguien fuera del balonmano le dices que un Europeo es más complicado que un Mundial, se pregunta cómo es posible. Un mal partido o 10 minutos malos te pueden mandar a pelear por el décimo y no por las medallas. Creo y deseo que España va a estar ahí. Tiene equipo para estar arriba, pero dando el máximo.
