El Real Madrid superó ayer al Athletic Club para impedir la emoción a la lucha por el título -recuperó la renta de 8 puntos con el Barcelona-, gracias a dos golazos de Rodrygo Goes que tumbaron a un finalista de Copa que no se llevó las mejores sensaciones del Santiago Bernabéu.
Los de Carlo Ancelotti hicieron fácil un día señalado, o al menos el delantero brasileño, que marcó dos goles de calidad, en conducción con el balón y definiendo a la perfección, uno en cada mitad. El Barcelona se había puesto a cinco puntos, pero el líder respondió para seguir cómodo a dos jornadas del clásico.
El Real Madrid, sin Vinícius, siguió su marcha triunfal en el momento clave de la temporada. Los de Ernesto Valverde plantaron cara, pero no como venían haciendo. Sin Nico Williams, sin chispa o ideas en ataque, los vascos cayeron en la trampa.
El partido no tuvo el ritmo esperado en el primer tiempo. Ni un equipo ni el otro estuvieron cómodos en el partido. El Madrid sufrió con la presión del Athletic, no estuvo tranquilo con el balón y jugó muchos minutos en su campo. Mientras, al equipo vasco le faltó profundidad y algo de precisión en sus recuperaciones de balón.
Además, al descanso lo que marcó la diferencia fue un golazo de Rodrygo, que condujo hasta encontrar la posición ideal para firmar el 1-0 con un gran disparo a los ocho minutos. El gol tempranero marcó el periodo, con el Madrid algo más cómodo con su renta, sin ritmo pero sin la mejor versión tampoco del Athletic.
El líder, algo desconcertado por una decisión de Alberola Rojas con un posible penalti, sentenció a la contra, saliendo de nuevo con Rodrygo. El brasileño bien pudo ser su compañero Vinícius, ausente por sanción, en el 2-0, superior por la banda dejando rivales atrás. A partir de ahí, el Athletic vio esfumarse su opción de puntuar.
