El internacional vigués debutó en ACB con el Joventut en 2014
El 2 de marzo de 2014, un joven Alberto Abalde (Vigo, 15 de diciembre de 1995) debutaba con 18 años en la Liga ACB de la mano del Joventut de Badalona, cantera que pulió desde 2010 el diamante en bruto que se formó en las pista de Vigo. Este sábado, se cumplirá una década de aquel día en el que jugó casi 8 minutos y medio y anotó 5 puntos -1 de 3 en tiros de 2 y 1 de 1 en triples- en la victoria ante el Valladolid (95-73) en el Palau D'Sports de Badalona. Esos 10 años encuentran ahora un Alberto asentado en el Real Madrid, club en el que fichó en 2020 tras tres temporadas en el Valencia, habitual en la selección española absoluta y con un título ACB y otro de la Euroliga en su currículum.
Alberto está alcanzando las metas a las que apuntaba su formación, siempre de la mano de las selecciones de base desde la sub-17, con tres medallas continentales en su cuello: un bronce sub-18 (2013) y dos platas sub-20 (2014 y 2015). En 2016, ya entró dentro del grupo de jugadores que maneja Sergio Scariolo, en la que continúa, como se demostró en la última convocatoria. Mientras, forjaba su carrera en la ACB, en la que ya se acerca a los 300 partidos (287), con más de 5.100 minutos (5.152) y con los 2.000 puntos al alcance esta misma temporada (1.914).
Además, con 28 años, disfruta esta campaña de un momento de reivindicación tras dos años complicados por una lesión en uno de sus pies. Sobre todo, su peor momento fue el final del pasado curso, cuando se quedó fuera de la rotación madridista en la recta final de la temporada, no pudieron disputar ni la Final a Cuatro europea ni los play-offs ligueros.
Con todo, su trabajo durante el verano y quedarse fuera de la convocatoria del Mundial le han permitido recuperarse plenamente. Y lo está demostrando en el conjunto de Chus Mateo, líder de la Liga ACB y de la Euroliga antes de llegar a la fase determinante de la temporada. Sus números hablan de su progresión: en la competición doméstica, ya lleva casi los mismos partidos (21 y 25) y los mismos puntos (110 y 127) que en toda la liga 22/23. Y presenta mejores porcentajes de tiro, especialmente de tres (del 26,6 al 42,3 -el segundo mejor de su carrera-) pero también de 2 (del 55,8 al 61,3 -el mejor de su carrera-) y de tiros libres (del 78,3 al 85,7). Todo teniendo en cuenta que su rol, una vez recuperada la bonanza física, es mucho más defensivo dentro de una plantilla de excepcionales jugadores en ataque.
En estos 10 años en la élite, al vigués le ha dado también para ser olímpico en Tokio 2021, con su hermana Tamara, ya retirada, en la selección femenina. Será una meta repetir este verano en París. Y ganarlo todo con el Real Madrid. La Copa ya está.
