La lesión de Santi Mina en la victoria ante el Cádiz de hace dos semanas provocó el primer problema táctico de Eduardo Coudet desde su llegada al Celta, ya que le obligó a jugar sin un delantero de referencia al no apostar por los arietes del filial Lautaro de León y Miguel Rodríguez. El vigués, en principio, debería de estar recuperado el próximo miércoles en el próximo duelo liguero ante el Huesca, acabando con las pruebas de estos dos últimos duelos.
Sin un "delantero de retención", como ayer lo denominó, Coudet realizó hasta cuatro variantes distintas. En el mismo partido ante el Cádiz, dejó sólo en punta a Aspas y reforzó el centro del campo con Beltrán; ante el Alavés el pasado fin de semana, sorprendió poniendo a Brais de compañero del moañés y el mosense respondió con una gran actuación; y ayer en Getafe, el elegido de inicio para ejercer de ese segundo punta fue Nolito –desdibujado, como todos los jugadores de ataque del equipo– y, ya en la segunda parte, tuvo sus minutos Emre Mor –que pasó demasiado desapercibido–. No explicó el entrenador argentino por qué en el Coliseum no se descantó de nuevo por Brais, autor de dos tantos en el anterior duelo.
Sin un "delantero de retención", como ayer lo denominó, Coudet realizó hasta cuatro variantes distintas. En el mismo partido ante el Cádiz, dejó sólo en punta a Aspas y reforzó el centro del campo con Beltrán; ante el Alavés el pasado fin de semana, sorprendió poniendo a Brais de compañero del moañés y el mosense respondió con una gran actuación; y ayer en Getafe, el elegido de inicio para ejercer de ese segundo punta fue Nolito –desdibujado, como todos los jugadores de ataque del equipo– y, ya en la segunda parte, tuvo sus minutos Emre Mor –que pasó demasiado desapercibido–. No explicó el entrenador argentino por qué en el Coliseum no se descantó de nuevo por Brais, autor de dos tantos en el anterior duelo.
