Después de una extraordinaria primera parte de la temporada, en la que llegó a pelear por los puestos europeos, la UD las Palmas, rival del Celta el próximo sábado en Balaídos, ha iniciado una cuesta abajo que se está notando tanto en el campo como en los despachos. El conjunto canario lleva siete jornadas sin conocer la victoria -con cinco derrotas y dos empates- y ha dicho prácticamente adiós a la posibilidad de clasificarse para una competición continental.
"Llevamos varios meses en los que las cosas no van como queremos, pero casi desde enero estamos virtualmente consiguiendo la permanencia. Es un honor y un orgullo como presidente ir al estadio y ver la cantidad de aficionados que vienen a ver los partidos de la UD Las Palmas; ésa es la llama que debemos mantener encendida y para eso trabajamos día a día", afirmó ayer el presidente del club isleño, Miguel Ángel Ramírez.
Uno de los motivos que pueden explicar la actual crisis de resultados del equipo canario es la negativa a renovar de dos de sus futbolistas más destacados este curso, Sergi Cardona y Álvaro Valles, a los que el dirigente dio por perdidos el próximo verano. "Es verdad que a Sergi no le hemos hecho ninguna oferta, porque con quien tenemos que hablar es con su representante y nos dijo que no nos desgastáramos en ofrecer nada porque no iba a renovar con nosotros, fuese el dinero que fuese. No tenemos nada que reprocharle, no hay un partido en el que Sergi no lo haya dado todo y eso va a seguir así hasta el final. Pero tampoco se nos trate de tomar por tontos, ni a los que dirigimos al club ni a los aficionados. Le deseo lo mejor, lo único que pido es que se sea serio y justo", explicó Ramírez. "Lo de Valles es muy parecido. Su representante nos dice que no va a renovar y habrá que buscar una salida en verano. Hay que respetar su decisión y agradecer todo lo que nos ha dado", agregó el presidente, que insistió en que “hay jugadores que quieren salir y nuestra obligación es tratar de sacar el mayor rédito posible”.
