El Celta de Mendizorrotza recordó al de tiempos pasados, al de los errores individuales groseros y la falta de intensidad. Una derrota muy merecida ante el Alavés.
Dos cambios en el once
Claudio Giráldez retocó mínimamente la alineación con respecto a la que decidió en el partido anterior, ante Las Palmas. En cuanto a nombres, Manu Sánchez entró por Swedberg y Douvikas, por el sancionado Larsen en punta, aunque en la banda izquierda Sánchez actuó como carrilero y fue Hugo Álvarez quien ocupó el puesto del internacional sub-21 sueco, empezando como extremo pero yéndose hacia el centro.
Intensidad local
El Alavés impuso su intensidad en una primera parte plagada de errores por ambos bandos y también arbitrales, lo que hizo que el juego no tuviera demasiada continuidad y, cuando la tuvo, benefició al conjunto local, que superó a los celestes en el centro del campo y, a partir de ahí, dominó mejor el juego.
Balón parado y estrategia
El Celta apenas pudo salir de su campo en la primera mitad, en la que el Alavés generó el mayor peligro a balón parado. A la media hora, Kike García cabeceó fuera por poco en un córner y, poco después, Guaita salvó a su equipo en otro saque de esquina con jugada de estrategia que acabó rematando Carlos Vicente en el corazón del área. El portero fue el mejor de los célticos en estos 45 minutos iniciales y detuvo también un remate a bocajarro de Kike García y un cabezazo de Tenaglia. El cuadro celeste no remató a puerta hasta el minuto 45+2, cuando Douvikas remató desde el borde del área muy desviado.
Defensa errática
La defensa celeste, y en especial Óscar Mingueza, cometió dos gravísimos errores en el comienzo de la segunda parte que permitieron al Alavés ponerse 2-0 en el marcador en un abrir y cerrar de ojos. Fueron dos saques de puerta en largo y dos balones peinados. En el primero, Mingueza entró blando a Kike García y éste pasó a Giuliano, que marcó a placer. En el segundo, el exbarcelonista logró recuperar el balón, pero al cederlo atrás se lo dio a Guridi, que hizo el segundo.
Movimientos de Claudio
Claudio Giráldez decidió los dos primeros cambios tras el primer gol, pero los hizo después del segundo por el escaso tiempo que hubo entre los dos tantos. Entraron Luca de la Torre y Swedberg por Unai Núñez y Manu Sánchez, lo que obligó a más movimientos. Jailson pasó a la defensa y Hugo Álvarez, al puesto de carrilero.
Refresco y sentencia
Con los cambios, el Celta tuvo al final el balón durante unos minutos, pero el Alavés amenazó a la contra y acabó sentenciando con otra jugada a balón parado. En el minuto 86, Benavidez cabeceó a gol una falta lateral.
