Un mantra futbolístico habitual, sobre todo en el tipo de propuesta que defiende Rafa Benítez, es la importancia de mantener el cero en la portería. Como mínimo, te da un punto -como ayer-. Luego, si encima eres capaz de marcar, victoria segura. El problema es que el Celta había encajado gol en las trece primeras jornadas de Liga, lo que dificultó enormemente meter maíz en el hórreo. Por eso, regresar de Mestalla con la jaula limpia es un motivo de satisfacción para el técnico madrileño.
Ya en su rueda de prensa de presentación, Benítez abogó claramente por una mejora defensiva con respecto a años pasados. Su propuesta de repliegue y contra necesita de esa solidez para funcionar y hasta ayer, su Celta había encajado 24 goles. Solo Granada y Almería, los dos últimos, sufrieron más.
De esta forma, Vicente Guaita pudo celebrar en su regreso a Mestalla su primera portería a cero tras haber encajado nueve goles en sus primeros cuatro encuentros como céltico. Antes que él, Iván Villar había recibido 15 tantos en los diez encuentros que disputó esta temporada.
Tuvieron que pasar exactamente siete meses para que el Celta acabase un encuentro con un cero en su tanteador. La última vez que lo logró fue el pasado 26 de abril, en una victoria agónica ante el Elche en Balaídos (1-0). Hasta en diez ocasiones logró el equipo celeste acabar imbatido en el curso anterior. Tres de ellas fueron de forma consecutiva, con sendas victorias por 3-0 en Balaídos ante Valladolid y Rayo Vallecano y un empate sin goles en el campo de Osasuna entremedias. Buenos números que, no obstante, no impidieron un sufrimiento extremo para lograr la salvación.
