Sociedad

Educación deja las reválidas sin efecto y recupera la Selectividad

El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez (primero por la izquierda), durante la reunión con el ministro de Cultura.
photo_camera El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez (primero por la izquierda), durante la reunión con el ministro de Cultura.

Cataluña y País Vasco manifestaron un apoyo crítico al acuerdo por cuestiones competenciales

 La prueba final de Bachillerato servirá para entrar en la Universidad, será con asignaturas troncales de segundo curso y muy similar a la Selectividad, mientras que las de Primaria y ESO no tendrán que hacerlas todos los alumnos, sino una muestra que elijan las comunidades. El Ministerio y todas las autonomías llegaron ayer a este acuerdo, que significa la "eliminación de las reválidas como tal", según la consejera de Extremadura, Esther Gutiérrez, tras reunirse la Conferencia Sectorial durante apenas hora y media. 
"Es un buen paso, con pasos pequeños se consiguen objetivos grandes", dijo Méndez de Vigo en rueda de prensa, que vio a los consejeros autonómicos "muy comprometidos y con ganas de lograrlos".
El Consejo de Ministros aprobará un real decreto-ley con esos cambios, que suponen reformar la Lomce, y que después deberá convalidar el Congreso en el plazo de 30 días, explica Méndez de Vigo que precisa que la evaluación final de Primaria será muestral (no obligatoria para todos los alumnos) y de diagnóstico del sistema, sin perjuicio de que las comunidades decidan que sea censal (para todos los estudiantes) en sus respectivos territorios. Igualmente, la de ESO, que no tendrá efectos académicos ni siquiera para conseguir el título de Secundaria Obligatoria, será muestral y de diagnóstico.

Alumnado de FP
Los alumnos de FP básica tampoco necesitarán realizar la prueba de ESO para conseguir el título de Secundaria, sino que el profesorado considerará si reúnen las condiciones para ello. Además, el título de ESO será "único", con los mismos efectos sea cual sea el itinerario académico elegido por los alumnos en cuarto curso.
La prueba de Bachillerato servirá para regular el acceso a la Universidad, será sobre seis asignaturas troncales de segundo de Bachillerato y parecida a la anterior Selectividad; se superará con una nota media de 4. La Lomce, hasta ahora, establecía que los alumnos que quisieran conseguir los títulos de ESO y Bachillerato deberían superar, a partir del curso 2017-2018, las evaluaciones finales esas dos etapas, por lo que los sectores opuestos a las mismas las denominan reválidas.
Méndez de Vigo indicó que el acuerdo consiste en suspender los efector académicos de las evaluaciones mientras que se llega a un pacto educativo nacional. En cualquier caso, el Ministerio "sigue creyendo en la evaluación", remarcó.
Quiso precisar que se trata de conseguir los mismos objetivos que propone la Lomce, pero a través del decreto-ley, pues se busca mejorar el sistema educativo a la vez que dar tranquilidad a los alumnos y la comunidad escolar mientras que llega un "gran pacto educativo". E ministro mencionó aquí la subcomisión parlamentaria que se constituirá para este fin en el Congreso y que comenzará a trabajar el 1 de diciembre.
No obstante, las consejeras de Cataluña, Meritxell Ruiz, y del País Vasco, Cristina Uriarte, manifestaron un apoyo crítico al acuerdo por cuestiones competenciales. Ruiz indicó que Cataluña lo que quiere es la "derogación total de la Lomce porque es "una ley ideológica", mientras que Uriarte afirmó que el Ministerio no tiene que regular unas pruebas que considera son competencia de las comunidades autónomas.
Sobre que Cataluña quiera hacer su propia prueba de acceso universitario, el ministro replicó que el currículo de Bachillerato es ahora diferente al anterior y que nadie querrá un examen que no sea válido para ir a cualquier universidad de España.

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