Marineros de Canido, en guerra tras paliar el caos del puerto

Una representación de la Asociación de Marineros de Canido, que engloba a 160 usuarios.
photo_camera Una representación de la Asociación de Marineros de Canido, que engloba a 160 usuarios.
El conflicto con la Cofradía de Pesca de Vigo alcanzó una nueva dimensión tras boicotear una ampliación que llevan intentando desde 2012: “Pasamos a ser su principal enemigo”

La ordenación del puerto de Canido y su dársena interior, en manos de la Asociación de Marineros, ha abierto (de nuevo) un conflicto con la Cofradía Mayor de Pesca de Vigo. Tras más de diez años de lucha por parte de los marineros para evitar el ‘caos’ que vivía el puerto en aquel momento, donde no existía prácticamente normas para su uso, han conseguido recientemente la regularización total, con espacio para 160 embarcaciones.

 

 

Miguel Ángel Rodríguez, presidente de la Asociación de Marineros, incidió en la necesidad de ordenar los fondeos que se encontraban en situación ‘alegal’ e incluso han tenido que instalar piedras poniendo de su propio bolsillo, pero se encontraron con la oposición de la Cofradía, que en un primer instante “estaban de acuerdo y no les interesaba. Pero por alguna razón le hicieron caso a cuatro socios que estaban en contra y querían parar la construcción. Pasamos de no importarle a ser el enemigo número uno”.

La organización, planteada desde hace más de diez años, fue concedida en enero del 2024. El tiempo se alargó tras una renuncia de la empresa adjudicada para tal fin, que recibió amenazas de algunos integrantes de la Cofradía, según afirma Rodríguez, ya que si se llevaba a cabo la regularización “se les acababa el chollo. Algunos de la Cofradía cuentan con empresas paralelas que alquilaban el fondeo a turistas, y luego hay mucho furtivismo”. Además, existió una recolocación de las piedras, autorizada por la actividad portuaria de la que culpan a la Asociación de Marineros cuando “colocamos unas boyas y ahora nos denuncia por ello”.

No obstante, el proyecto, según Rodríguez, se puso en conocimiento de todos los agentes implicados en 2019, con un periodo de alegaciones que no recibió ninguna objeción. Coinciden con la Cofradía en la preservación del medio marino, algo que los marineros “no nos oponemos, de hecho fomentamos eso. Al estar montado legalmente no se puede realizar tareas como tirar nasas, porque nosotros queremos cuidar del vivero y esa regularización prácticamente no afecta en nada al entorno marino”. De todas formas, “no creo que representen a la mayoría de la Cofradía del Mar, sino que son cuatro personas que estando todo ordenado han pensado que igual se les acababa el negocio”, señaló José Manuel Beiro, tesorero de la asociación.

Iago Soto: “Fuimos perdiendo la confianza en el proyecto”

Iago Soto, Patrón Mayor de la Cofradía de Pesca de Vigo, lamentó este incidente y enfrentamiento que se alarga en el tiempo pero asegura que “nos vemos en la obligación de defender aquello que nos afecta”, en referencia al banco pesquero de Canido. No esconde que, en un primer momento a la Cofradía les pareció bien el proyecto de regularización del Puerto ante el caos vivido, pero, una vez avanzado “vimos que en realidad se trataba de una ampliación y eso sería una alteración del banco marino, por la cantidad de barcos, el bloqueo de la salida por Toralla y el contexto de pérdida de litoral". 

Ante ello, reconoce que “fuimos perdiendo la confianza en el proyecto” pero que no fue causa de unos pocos, sino de toda la asociación votado en consenso en diferentes reuniones: “Hemos estado con ellos y les hemos pedido varias veces garantías e información, y no tuvimos nada de eso”. Soto declara que esa ampliación es perjudicial para los intereses de los propios pescadores e, incluso, de los marineros. “Apenas hay sitio en Vigo para hacer pesca de forma artesanal, si también quitamos Canido ¿dónde nos queda? creo que es el único sitio”, apuntó el Patrón Mayor. 

No obstante, reconoció que sí pudo haber furtivismo antaño, pero que desde la Cofradía cuentan con un control para que no se realice esa actividad y que, abrirle las puertas a más embarcaciones recreativas podría aumentar otra vez la pesca ilegal: “De eso he tenido constancia, y se está dando pie a que entren”.

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