Un concierto de los grupos Zamaramandi y Transilvanians permitió recaudar fondos para realizar obras de adaptación del piso
Diego, el vigués que sufrió una lesión medular tras un accidente de bicicleta en el monte Alba en septiembre del año pasado, tiene más cerca la posibilidad de realizar obras para adaptar un piso a su nueva situación. La plataforma “Diego somos todos” le ayuda en lo que puede y el sábado pasado celebró un concierto en la sala Master Club (Urzáiz 1), que contó con los grupos vigueses Zamaramandi y Transilvanians.
“Fue más gente de los que esperábamos, a pesar del fútbol, todo el mundo lo pasó bien y los grupos también lo disfrutaron”, aseguraron los organizadores.
Diego continúa su rehabilitación en la unidad de lesionados medulares de A Coruña y confía en regresar definitivamente a Vigo en marzo de este año para estar con su familia y amigos, aunque ahora puede venir los fines de semana. Tienen noticia de que en Vigo abrirá una unidad de lesionados medulares para el seguimiento de estos pacientes y están a la espera de los pasos que dé la Administración, aunque su sueño sería poder ir al centro de rehabilitación de Toledo.
Su prioridad ahora es poder compartir un piso con su novia y la dificultad es importante, porque casi ninguno reúne las condiciones necesarias para una persona en silla de ruedas y es necesario acometer una reforma en el baño, la cocina y armarios principalmente. Ahora ya sabe que vivirá en el Casco Vello, pero la búsqueda de vivienda fue muy larga para empezar porque en la mayoría de los pisos las puertas no tenían el tamaño adecuado, cuentan sus allegados. “En Navia sí encontramos puertas más grandes y enchufes bajos, pero el baño no estaba adaptado y en el dormitorio no se podía pasar alrededor de la cama. Si vas a pisos antiguos con habitaciones más grandes te encuentras con que solo tienen escaleras o si hay ascensor es demasiado pequeño”.
¿Cómo recibe Diego las muestras de solidaridad? Su hermana explica que con un doble sentimiento. Por un lado está encantado de recibir todas esas muestras de apoyo y de que la gente entienda cómo fue el accidente, pero por otro lado le asusta que la gente vea su cara en los medios de comunicación y le paren por la calle porque “él lo que quiere es empezar de nuevo”.
En cuanto a la denuncia que presentaron en el juzgado, está en una fase preliminar en la que la jueza decidirá si hay caso en función de las pruebas presentadas.
Las personas que apoyan a Diego y que participan en el grupo de Facebook “El monte es de todos” siguen vigilando la situación de los montes y aseguran que se siguen poniendo trampas. “Es increíble que en un país civilizado el ser humano siga poniendo trampas a otros seres humanos”, afirman. “Ponen piedras en caminos que llevan abiertos más de 25 años. Es increíble que ningún Concello, no sólo el de Vigo porque esto también pasa en O Rosal, A Guarda o Moaña, ni tampoco la Xunta o un organismo provincial no tomen medidas y pongan multas.En Vigo decían que la Policía iba a patrullar los montes, ellos nos ayudaron mucho al principio”, destacan.
