celta-panathinaikos

El Celta se especializa en finales

Los jugadores del Celta celebran el gol de Wass, en el segundo de la tarde de ayer en Balaídos.
photo_camera Los jugadores del Celta celebran el gol de Wass, en el segundo de la tarde de ayer en Balaídos.

Como hizo el pasado domingo en Cornellá-El Prat y antes frente al Sporting, el Celta esperó ayer a los últimos minutos del partido contra el Panathinaikos para mostrar su mejor versión y llevarse una victoria que parecía imposible por cómo se desarrolló el encuentro.

Eduardo Berizzo volvió a apostar por las rotaciones  y el Celta se pasó toda la primera parte y casi toda la segunda intentando desentrañar la poblada defensa del equipo griego, que al contraataque dispuso de ocasiones para sentenciar pero se encontró con dos goles anulados y un penalti escamoteado por el árbitro. Esta vez Berizzo tardó menos en realizar los cambios que en otros partidos y la entrada de Pione Sisto, Wass y Iago Aspas acabó decantando el encuentro para los vigueses.

Rotaciones y regreso de Fontás
Berizzo había anunciado que no efectuaría rotaciones masivas ante el Panathinaikos, pero el técnico argentino alineó un once con siete caras nuevas con respecto al encuentro con el Espanyol. Salieron del equipo titular Roncaglia, Sergi Gómez, Radoja, Wass, Pione Sisto, Bongonda y Aspas, y entraron Hugo Mallo, Fontás, Pablo Hernández, Rossi, Señé, Naranjo y Guidetti. El preparador celeste escogió el debut europeo en Balaídos para recuperar a Fontás después de su larga convalecencia y dispuso a su equipo en un dibujo 4-2-3-1 con la intención de llevar la iniciativa. Por su parte, el Panathinaikos formó en Vigo con un defensivo 5-3-2 que le llevó a no pasar apuros durante la mayor parte del choque.

Iniciativa frente a ocasiones
El Celta trató de mover el balón por las bandas y por el centro para encontrar alguna debilidad en la sólida defensa del Panahinaikos, pero ni Naranjo ni Señé aprovecharon su oportunidad. Por contra, el equipo griego dispuso de varias ocasiones claras al contragolpe, pero se encontró con un inspirado Sergio  Álvarez y vio cómo el árbitro italiano Luca Banti le anulaba dos goles y le escamoteaba un penalti.

Cambios para un gran final
Berizzo apuró ayer los cambios. Pione Sisto, Wass y Aspas sustituyeron a Naranjo, Señé y Rossi, respectivamente, y el Celta mejoró notablemente. Los vigueses empezaron a generar situaciones de peligro y en el minuto 83, cinco después de la entrada de Aspas en el campo, una combinación colectiva del conjunto vigués terminó con un centro de Wass desde la derecha y el remate de Guidetti en boca de gol. En el 88, Wass sentenció con un golpe franco directo. El Celta se especializa en los finales. n

Te puede interesar