Celta

A cara o cruz como visitante

Trashorras presiona a Rafinha en el último partido del Celta fuera.
photo_camera Trashorras presiona a Rafinha en el último partido del Celta fuera.

El Celta es el único equipo de Primera, Segunda y Segunda B que aún no ha empatado ningún partido fuera de casa

El Celta visita el domingo (12:00, GolT/C+L) a la UD Almería con el objetivo de sumar tres puntos con los que sellar virtualmente su continuidad en Primera División. Teniendo en cuenta el margen de los vigueses con respecto a la zona de descenso, en la que están instalados los andaluces, un empate podría ser también un resultado positivo. Sin embargo, hasta ahora, los pupilos de Luis Enrique Martínez se han mostrado incapaces de firmar tablas como visitantes. De hecho, son el único de los 121 equipos que militan en Primera, Segunda y Segunda B que todavía no ha empatado un partido fuera de casa en lo que va de temporada. 
El Celta juega a cara o cruz lejos de su feudo. O gana o pierde. Nunca empata. Así ha sido en los dieciséis partidos que ha disputado hasta la fecha como visitante. En seis salió victorioso (Betis, Málaga, Sevilla, Granada, Villarreal y Levante) y en diez derrotado (Athletic, Getafe, Atlético, Real Sociedad, Valladolid, Real Madrid, Espanyol, Elche, Barcelona y Rayo Vallecano). Dato curioso que invita al optimismo si tenemos en cuenta la infalibilidad de los celestes en Andalucía. Sumaron los tres puntos en el Benito Villamarín, La Rosaleda, el Sánchez Pizjuán y Los Cármenes y el domingo en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo buscarán el pleno en la última visita a tierras andaluzas de la temporada.
La ausencia de empates en la hoja de servicios del Celta lejos de Balaídos puede no ser más que una anécdota, pero en parte resulta comprensible por la filosofía con la que el conjunto celeste afronta cada partido. Luis Enrique pretende que sus pupilos jueguen del mismo modo como locales que como visitantes. Rehuye de planteamientos conservadores y su equipo se muestra tan valiente en casa como fuera. Evidentemente, esta apuesta tiene sus riesgos y sus consecuencias. De hecho, el Celta perdió tres partidos que parecían encaminados al empate por goles encajados en los diez últimos minutos. Sucedió en los campos de la Real Sociedad –Vela hizo el 3-3 en el 78 y el 4-3 en el 81–, del Espanyol –Sergio García decidió en el 87– y del Elche, cuando Carles Gil decantó la balanza a favor de los ilicitanos con un tanto en el 84.
No obstante, la valentía de Luis Enrique ha servido a los vigueses para sacar mucho rédito. El Celta ha sumado casi la mitad de sus puntos (18 de 37) como visitante, cifra que sólo superan siete equipos: Atlético, Real Madrid, Barcelona, Sevilla, Athletic, Villarreal y Levante. Además, el conjunto vigués también ha sido capaz de ganar partidos que parecían destinados al empate con goles en los últimos minutos. Sucedió en Granada, cuando Augusto Fernández hico el 1-2 definitivo en el 89, y en Villarreal, que cayó merced a los tantos de Orellana en el 83 y Nolito en el 89, en este caso tras el parón provocado por el bote de gas lacrimógeno que un aficionado lanzó al césped de El Madrigal.
Por un motivo u otro, el caso es que el Celta está a punto de completar el curso y todavía no ha empatado un partido fuera de casa. Tiene tres salidas por delante (Almería, Osasuna y Valencia) en las que el principal objetivo será ganar para asegurar la permanencia y, de paso, igualar el récord de victorias fuera de casa en la historia del equipo vigués en Primera División. La marca la comparten los conjuntos dirigidos por Miguel Ángel Lotina en el curso 2002/2003, que se clasificó para disputar la Liga de Campeones, y Fernando Vázquez en la campaña 2005/2006, que acabó con el equipo con un billete para la Copa de la UEFA.
En caso de no poder sumar los tres puntos, el Celta tratará al menos de sumar un empate lejos de su feudo, algo que no consigue desde hace más de un año. Concretamente desde el 19 de enero de 2013, cuando la escuadra que entonces dirigía Paco Herrera logró en Málaga (1-1) su única igualada como visitante de la temporada pasada. La diferencia es que, entonces, los célticos acabaron la Liga con sólo tres victorias y 10 puntos lejos de su feudo, los peores números de la máxima categoría junto con los del Mallorca y el Sevilla.
En el presente ejercicio, los cuatro equipos que más se acercan al Celta en la estadística de partidos empatados son el Almería –rival de los celestes el domingo–, el Atlético, el Villarreal y el Getafe. Estos cuatro conjuntos únicamente han empatado un partido fuera de casa y, curiosamente, los dos últimos lo hicieron en Balaídos.
En Segunda División no hay ningún equipo que no sepa lo que es firmar tablas fuera de casa y sólo uno, el Deportivo, lo ha hecho en una ocasión. Mientras, en Segunda B, son siete los conjuntos que más se acercan al Celta. Suman un empate como visitantes el Caudal en el Grupo 1; el Peña Sport en el Grupo 2; el Espanyol B y el Valencia Mestalla en el Grupo 3; y el Albacete, el Granada B y el Atlético Sanluqueño en el Grupo 4.
Para encontrar un caso igual al del Celta hay que bajar hasta la cuarta categoría. Eso sí, sólo cinco de los 363 equipos que militan en Tercera División no han empatado todavía fuera de casa. Se trata del Andés asturiano, el Ayamonte andaluz, el Rotlet Molinar balear, el Bullense murciano y el Altorricón aragonés. Todos, no obstante, tienen números peores que los del cuadro vigués. Es más, dos de ellos, el Andés y el Altorricón, han perdido los diecisiete partidos que han disputado lejos de su feudo.

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