La Xunta envía al Concello el anteproyecto del túnel de Beiramar con un coste de 135 millones

Obras

La Xunta, que aportará el 40 por ciento del total, envía al Concello la propuesta actualizada para el proyecto

El proyecto original, con cuatro carriles, parking en la planta superior y la superficie libre, con un vial de servicio.
El proyecto original, con cuatro carriles, parking en la planta superior y la superficie libre, con un vial de servicio.

Ya hay tasación oficial y puesta al día para lo que será la mayor obra a desarrollar en Vigo en los próximos años, la construcción del túnel de Beiramar entre O Berbés y la calle Coruña para liberar la superficie para uso ciudadano y dar un vuelco a la ciudad en su ordenación y tráfico. El coste de unir la AP-9 con Bouzas superará todas las previsiones, lo que también supondrá un reto a la hora de asegurar la financiación. Con total seguridad tendrán que participar al menos tres instituciones, siguiendo el modelo exitoso del programa Abril Vigo al Mar en los años noventa.

Durante la reunión mantenida el pasado mes de junio, el presidente gallego, Alfonso Rueda, se había comprometido con el alcalde Abel Caballero en revisar el proyecto planteado hace casi 20 años y actualizar los precios, para luego pasárselo al Concello. Y es lo que ha hecho. La Xunta estima que supondrá un presupuesto de licitación que no bajará en ningún caso de los 135 millones, si bien podría rebajarse algo durante el concurso de adjudicación, al que con total seguridad se presentarían empresas constructoras de primer nivel.

Según señalaron fuentes del Gobierno gallego, la idea es remitir de inmediato al ayuntamiento todos los datos y a partir de ahí pedir una reunión de la Comisión de Infraestructuras creada en el encuentro bilateral entre Rueda y Caballero -del que han salido ya acciones, como desbloquear la ETEA o la urbanización del ámbito Ofimático- y empezar a hablar de la planificacion, plazos y por supuesto, reparto de cargas.

En el Ejecutivo autonómico se destacan dos cuestiones. La primera, que se trata de una actuación espectacular, llamada a cambiar la ciudad, y que el propio Abel Caballero se comprometió a buscar financiación del Estado, aparte de la aportación que realizaría el Concello. La Xunta, por su lado, ya tiene clara que desembolsaría en torno al 40 por ciento del total, por tanto, en torno a 50 millones de euros como mínimo. ¿Por qué dicha aportación". Fuentes de la Xunta señalan que se trata de poner el mismo porcentaje que en su día en el túnel del Parrote en A Coruña “que fue la petición del alcalde”. Dicho paso inferior, de menor coste, fue sufragado entre Gobierno gallego, Concello y Autoridad Portuaria coruñesa.

En el caso de Vigo, la parte del Estado podría llegar desde Zona Franca, como ya pasó en Abrir Vigo al Mar, que a cambio se aseguró concesiones para dos parkings y el Centro Comercial A Laxe. “La cantidad es considerable, pero nosotros cumpliríamos con total seguridad”, garantizaron en la Xunta. En la actuación también participará la Autoridad Portuaria, al tratarse de una avenida de su titularidad.

El proyecto original, con cuatro carriles, parking en la planta superior y la superficie libre, con un vial de servicio.
El proyecto original, con cuatro carriles, parking en la planta superior y la superficie libre, con un vial de servicio. | Vicente Alonso

Un millón de coches al mes dejarán la superficie, peatonal

El Puerto está de acuerdo con la obra según lo que dijeron los usuarios “de garantizar el acceso a los muelles, el paso de piezas especiales de gran tamaño, que hacen las empresas locales y de la comarca y que no podrían sobrevivir sin ese acceso”. Mantiene la necesidad de realizar estudios técnicos para "que no esté afectada en el futuro por posibles inundaciones o por otros problemas futuros”.

La Xunta del bipartito elaboró en torno a 2008 una propuesta que contemplaba un túnel desde O Berbés hasta la calle Coruña, con 1.300 metros y salidas en ambos extremos. Aquella actuación tenía un coste estimado de 70 millones de euros, de los que el Gobierno gallego asumía la mitad, en tanto que el resto era cuestión del Concello y la Autoridad Portuaria. El túnel se situaba a unos ocho metros por debajo de la superficie, con un aparcamiento con 350 plazas que serviría para reducir el coste total, implicando a la iniciativa privada. La superficie liberada para uso ciudadano era de unos 35.000 metros en total.

El paso inferior tendría cuatro carriles, dos por sentido, para absorber un tráfico estimado en 1,2 millones de vehículos al año en la suma de las dos direcciones. En este capítulo se incluyen los camiones que entran y salen al puerto, lo que exige un gálibo de al menos cinco metros en los dos tubos. Otro aspecto es la necesidad de dejar un paso en superficie para transportes especiales (eólicos y grandes piezas), que por sus características necesitan espacio.

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