Vigo y la provincia pierden más de un millar de bares y restaurantes en diez años

La pandemia supuso un golpe para el sector de la hostelería, que tuvo que cerrar durante semanas para luego iniciar una lenta desescalada. Cuatro años después, en Vigo y la provincia de Pontevedra hay casi 700 bares y restaurantes menos que en 2019 y un millar menos que hace diez años. En 2024 se anotaron una ligera recuperación, con 10 más, según los datos del último Anuario de Hostelería de España a partir del INE. 2023 ha sido el peor año, porque cerró casi un establecimiento de restauración al día (357). Mientras, el empleo crece.

En la provincia de Pontevedra hay en total 6.500 establecimientos de hostelería, que han vivido en los últimos años una evolución diferente si se trata de restauración o de los alojamientos. Mientras estos segundos tienen una tendencia al alza, la restauración sigue perdiendo locales y ya son un millar menos en 10 años, hasta alcanzar los 5.611. Mientras, los alojamientos han crecido en 300 más, hasta los 884.

En Galicia han cerrado casi 3.500 bares en diez años, hasta los 12.200 actuales. En conjunto, la hostelería de Galicia cuenta con algo más de 19.000 establecimientos, que son 2.770 menos que hace diez años. Pero hay que tener en cuenta un nuevo fenómeno, tanto la producción como el empleo han crecido. La producción ha pasado de 4.000 millones a 6.700 y los empleados de 68.000 a más de 81.000.

Falta mano de obra

“El gran reto al que nos enfrentamos es la falta de mano de obra, que hace cada vez más difícil nuestro día a día”, explica José Francisco Real Castro, representante de Hostelería y Turismo de Galicia en el último anuario del sector.

“Si bien la contratación de profesionales para sala se va salvando, aunque siga siendo complicada, la selección de personal para las cocinas de nuestros locales cada vez resulta más delicada y este problema hace tambalear el devenir de muchos proyectos con gran futuro”.

El sector hostelero en Galicia comprende más de 19.000 establecimientos, que emplean a más de 81.000 personas. Este sector generó una facturación de 6.703 millones de euros, lo que representa el 5,6% de la riqueza regional, con fecha de 2023.

Del total de establecimientos, el 87% corresponde a restauración y el 13% a la rama de alojamiento. La mayor concentración de locales se encuentran en la provincia de A Coruña, con el 41,6% del total, seguida de Pontevedra, que representa el 33,9%. Lugo concentra el 12,7% y Ourense el 11,8% restante.

Siguiendo en Galicia, la producción registró un aumento en 2023 de un 27,4% respecto al año anterior y un crecimiento de un 29,7% en comparación con 2019.

El empleo en la hostelería gallega, según los datos de afiliación a la Seguridad Social, creció un 4,6%, superando por primera vez los niveles del año 2019, previo a la pandemia, con un aumento de un 2,2%. Según los datos de la EPA, el empleo en el subsector de restauración tuvo un crecimiento del 12,2%, aunque aún muestra una disminución del 1,7% en comparación con 2019, alcanzando los 66.350 trabajadores.

En cuanto a los precios, la tasa interanual se moderó hasta un 6,9%. Por ramas de actividad, la restauración mantuvo la misma del año anterior, de un 7%, mientras que en el alojamiento la tasa se redujo en 4,6 puntos, situándose en un 6,5%.

Los hosteleros detectan “un descenso en el gasto medio”

El presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, señala en el anuario de la asociación que “el año 2023 supuso la constatación de la recuperación total de la hostelería, mientras que 2024 ha evidenciado una estabilización de la facturación, con un arranque de año con un fuerte crecimiento, que se ha ido suavizando".

Explica que han detectado "un estancamiento de la demanda nacional, que, tras años de crecimiento disparado, ha tocado techo, y si bien se mantienen los momentos de consumo se ha detectado un descenso en el gasto medio”, explica.

Previsión de 2025

De cara a 2025, Hostelería de España prevé que “el sector continúe influido por factores económicos clave, como la inflación, los costes operativos y las fluctuaciones en el poder adquisitivo de los consumidores”, explican en su anuario.

Espera que la hostelería “siga manteniendo su fortaleza impulsada por la recuperación del turismo, la digitalización de los servicios y la capacidad de adaptación a las nuevas condiciones económicas y sociales”.

En este sentido precisa que “la demanda española muestra signos de debilidad, ralentizándose el dinamismo que surgió tras la pandemia”.