Los robots más modernos en Vigo

Las Jornadas de Automatización Industrial, escenario de los últimos avances incluido el G-1, primer humanoide bípedo. 2.000 asistentes, 40 expositores y 70 relatores conforman la cita universitaria e industrial

Las autoridades y organizadores posan con los robots presentes en las JAI
Las autoridades y organizadores posan con los robots presentes en las JAI | Vicente Alonso

El ‘hall’ de la Escuela de Ingeniería Industrial de la UVigo fue invadido ayer por los robots. Como en cada edición de las JAI (Jornadas de Automatización Industrial), que celebraron su jornada inaugural, el ‘showroom' con las últimas novedades de la industria en robótica y automatización acaparó toda la atención de los visitantes. En especial el stand de UniTree, que exhibió su flamante G-1, el primer robot humanoide producido en serie (cuesta unos 24.900 euros) que incluso acompañó al alcalde, Abel Caballero, y el resto de autoridades a su llegada al recinto.

El CEO de UniTree en España, Darío Samaniego, que durante toda la mañana manejó este prototipo por todo el ‘hall’ de Industriales, explica que “estamos trabajando en su software para que pueda tener características que le permitan realizar labores de precisión –gracias a una mano biónica– como realizar una cirugía o manipular pequeños objetos y hacer trabajos repetitivos”. Aunque para esto todavía hace falta, por lo menos, un año y medio de desarrollo. Samaniego añade que, a mayores, también están trabajando en la funcionalidad social a través de la inteligencia artificial: “Buscamos que cada robot tenga su propia personalidad y esta sea del gusto de la persona que va a interactuar con él”.

En el stand de Alisys se podía ver a NAO, un pequeño robot bípedo cuya función es promordialmente social: “Hemos trabajado con ellos en proyectos con niños con autismo y para prestar apoyo en temas educativos”, indicaba Beatriz González, representante de dicha empresa. A su lado, un robot cuadrúpedo de uso militar, el V60, fabricado por Ghost Robotics: “Aguanta la lluvia, el barro, la nieve y es sumergible bajo el agua y trabaja con temperaturas de hasta 40 grados”, aclaraba González.

Pero además de la robótica con fines sociales, muchos de los puestos de las JAI muestran las últimas soluciones del mercado de uso industrial. Es el caso, por ejemplo, de la empresa suizo-alemana Endress+Hauser, que llevó esta convención su ‘Heartbeat Technology’, un sistema capaz de autoverificar toda la maquinaria de una planta y detectar, tanto a nivel del producto final como del propio sistema, si hay algún fallo, “e incluso de informar rápidamente a un autómata para solucionar el problema”, explica Marc, product manager de Endress+Hauser, quien aprovechó para elogiar todo el trabajo que hay tras las JAI: “Se juntan muchas empresas diferentes y podemos aprender todos de todos. Además, si hay estudiantes interesados les ofrecemos prácticas de ingenieros electrónicos e ingenieros químicos”. 

En estas jornadas también hay espacio para la robótica más lúdica y para ello volvieron a pisar el ‘hall’ de Industriales las réplicas de los robots más famosos de la gran pantalla a cargo de Project Droid. Además, este año a R2-D2 y a Wall-E les acompañó un Obi Wan Kenobi que posó en la foto de familia. Uno de los miembros de este colectivo, José Manuel, señalaba que su réplica de Wall-E es una de las más costosas: “Son unas 3.000 horas de impresión más todo el trabajo complementario que sumará unas 10.000 ”.

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