Héctor Bujari: “Israel y Marruecos comparten estrategias de presión mediática y cultural”

El periodista Héctor Bujari, colaborador en el documental “Vientres de Arena” dirigido por los hermanos Pablo y Álvaro Montes Sánchez, que analiza la situación alimentaria de los refugadios en el Tindúf, en el Sáhara Occidental, visitó ayer Vigo para presentar en la Cafetería UF la proyección del corto y dirigir el coloquio. En su paso por la ciudad se acercó a Atlántico para hablar del corto.

“Vientres de arena” trata sobre refugiados con celiaquía que viven en el campamento de Tindúf.

El documental trata, como bien dices, el tema de la celiaquía en los campamentos de refugiados. Pero yo creo que profundiza un poco más en una cuestión, que es cómo la precariedad influye en este tipo de casos médicos. Porque el tema con la celiaquía en el caso saharaui es mayor a los promedios mundiales. Estamos hablando de que hay un 5 o 6% de incidencia de casos de celiaquía en los saharauis, mientras que en la población mundial está en torno al 1 o 1,5%. Casi el doble. Es un enfoque sobre cómo es esa precariedad en una alimentación, muy basada en productos derivados de la harina, que los intolerantes no pueden ingerir y cómo se puede abordar esta cuestión. Habla del enfoque médico, las familias y la visión social sobre el tema.

¿Cómo encontraron los hermanos Montes las historias que narra el documental?

Ellos querían hacer un documental sobre el tema saharaui. Pero claro, cuando te acercas a este tema siempre sucede lo mismo: ¿Cómo puedo entrar en este tema y no repetir lo que se ha repetido durante 50 años? Se pusieron en contacto con la Asociación Saharaui en Jaén, y ellos les contaron que ellos estaban haciendo un proyecto específico para personas celíacas. Entonces a partir de ahí se trabajó en conjunto y salió el documental.

El documental se presentó a un concurso en Naciones Unidas y a pesar de ganar, no se proyectó. ¿Qué sucedió?

Los hermanos Montes se presentaron a un concurso que derivado de la FAO, y lo ganaron. Ser premiados está muy bien, pero al mismo tiempo se les habilitaba un espacio posteriormente en la FAO para poder proyectar el documental. Estamos hablando de que Cárabo Producciones es una productora pequeña, y tener la opción de proyectarlo frente a 5.000 o 6.000 personas es una muy buena oportunidad para mostrar el trabajo y que la gente se interese por ellos y darles cobertura. No se proyectó. Se pidieron explicaciones, pero no hubo respuesta. Contactaron con la persona de comunicación de la FAO, que es una persona de origen marroquí, y tampoco contestó.

En ocasiones parece que con Palestina hay un posicionamiento gubernamental muy claro, frente al olvido con el Sáhara.

Hay muchas cuestiones. Podemos hablar de la relación entre Palestina y el Sahara, de afinidad en algunos sectores por la causa decolonial. Por otro lado, también está la cooperación de Israel en el Sáhara Occidental con Marruecos. En lo que se refiere a la forma de actuar tanto de israelíes como marroquíes, hablo de sus gobiernos, es muy similar. Es una presión activa en la prensa, en cada uno de los festivales o eventos en los que te relacionas.

¿El documental es recomendable para todos los públicos?

Sí, la historia está narrada de una forma muy accesible y no hay imágenes duras. Lo que es duro es el contexto. Si tienes cierta empatía, evidentemente te va a afectar, pero no es tan visceral que no puedas verlo.

Para quien no haya podido verlo ayer en la Cafetería UF, ¿está disponible online?

Ahora mismo eso está por definir, pero seguramente lo más probable es que este documental en el futuro esté en abierto en YouTube.